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Asturias

El peor accidente en el puerto dejó 7 muertos en setiembre de 1978

La llegada de la alta velocidad evitará una ascensión lenta, sinuosa y muy empinada que ha estado en servicio desde 1884

R. Á.

Domingo, 16 de diciembre 2007, 03:40

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La apertura de la variante eliminará la lenta ascensión de Pajares que, desde hace 123 años, están obligados a superar todos los viajeros que entran o salen de Asturias por tren. Es un recorrido amenazado en invierno por los rigores del clima de alta montaña y siempre peligroso por su antigüedad, sinuosidad y desnivel, pero los archivos no guardan demasiados testimonios de accidentes graves. El peor ocurrió el 27 de setiembre de 1978 en el interior del quincuagésimo túnel del trazado, denominado Congostinas, muy cerca del pueblo de Linares. Siete trabajadores de Renfe fallecieron aquella tarde al incendiarse un convoy de mercancías formado por trece cisternas que transformaban 700.000 litros de combustible.

Las medidas que se aplicarán en la variante de Pajares hacen impensable una tragedia similar. El tren, tirado por dos máquinas, se quedó parado dentro del túnel y pidió ayuda para solucionar la avería. El equipo técnico enviado en su auxilio en otra locomotora ni siquiera sabía que en aquellos vagones había materiales peligrosos. De algún lugar saltó una chispa y comenzó un incendio devastador, que consumió siete vidas, ardió durante días y aisló a Asturias del resto de la red ferroviaria española. Los procedimientos ante un incidente de esas características han cambiado de forma drástica en los últimos años.

Los accidentes, en todo caso, han sido escasos en relación con los miles de viajes puerto arriba y puerto abajo. Desde el viaje inaugural entre Busdongo y Oviedo de un tren real que dejó en la capital de Asturias a Alfonso XII en agosto de 1884, la línea ha ido incorporando las mejoras y los adelantos técnicos de cada época. Fue electrificada en 1925 y, durante los años 50, Renfe mantuvo en Ujo un parque de material rodante tan avanzado como pudo permitirse. Aquellas locomotoras de la serie 7700 son hoy clásicos que cautivan la imaginación de los centenares de aficionados al ferrocarril que intercambian información y recuerdos en internet.

Temporales

Lo que ningún avance técnico ha podido remediar es el mal tiempo en la Cordillera Cantábrica. Centenares de viajeros han hecho noche de manera imprevista en trenes atrapados por la nieve o el hielo en pleno viaje. En enero de 1981, justo cuando comenzaba el debate sobre la conveniencia de la variante -aún en obras 26 años después-, causó un gran escándalo la odisea de los viajeros de un Ter que cubría la desaparecida Ruta de la Plata. Pasaron 17 horas atrapados en un tren sin comida, bebida ni calefacción antes de que la Guardia Civil consiguiera rescatarlos. Para entonces, la nieve acumulada alcanzaba la altura de las ventanillas.

Han cambiado los trenes y se han cerrado algunas líneas. La apertura de la variante con sus soluciones de alta tecnología acabará de convertir esos recuerdos en historias del pasado. Pajares, entonces, durará 15 minutos tras los cristales del AVE.

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