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SELECCIONADOR. Juan Carlos Pastor, en el partido que la selección española jugó en Avilés. / MARIETA
España juega ante Hungría la primera de sus «ocho finales» en el Europeo
Balonmano

España juega ante Hungría la primera de sus «ocho finales» en el Europeo

Juan Carlos Pastor apuesta por «una gran defensa, que nos abrirá las posibilidades de victoria. Ahí debemos trabajar» El gijonés Carlos Ruesga puede deslumbrar en Noruega

ARIS GONZÁLEZ

Jueves, 17 de enero 2008, 04:14

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La tensa espera ya toca a su fin: el combinado español que dirige Juan Carlos Pastor afronta ya las horas previas al inicio del Campeonato de Europa, que se disputa en Noruega. El técnico vallisoletano afirmaba el lunes, durante la última rueda de prensa en Madrid, que España tiene que disputar «ocho finales» y este jueves llega la primera (19.15 horas). Hungría puede ser un termómetro relevante para la selección española, ya que a los nervios propios del debut en una competición de estas características hay que sumar la puesta de largo oficial de algunos jugadores, así como el innegable potencial del rival.

La historia, que en ocasiones suele ser caprichosa, certifica que desde el Campeonato del Mundo de Chequia (1990) España no pierde frente a Hungría en un partido oficial. Pero «eso es pasado», afirma Pastor. «Nosotros arrancamos la competición con un rival sólido, poderoso, que sabe perfectamente a qué juega y optimiza sus recursos, así como la calidad técnica de un gran plantel», añade el seleccionador.

En la historia más reciente, Hungría ha vivido dos grandes momentos: el cuarto puesto en el Mundial de Japón 97 (España fue sétima), pero sobre todo el diploma olímpico en Atenas. Allí Hungría comenzó a dar forma a su realidad actual.

Un joven pero fornido Gyula Gal deslumbraba en la línea de 6 metros por su corpulencia, solidez y resolución. Desde entonces, el pivote húngaro ha sido un referente para el equipo y para la nación. De hecho fue elegido mejor deportista húngaro de 2006. «Debe ser uno de los aspectos a vigilar. Es fuerte, robusto, corre mucho, aprovecha los espacios y, con el balón, resulta muy efectivo», asegura Pastor.

Entre toma y toma, jugada y jugada, Pastor extrae el repertorio de imágenes que sirven como sesión de vídeo en las vísperas del choque. Parece conocerlo de memoria. Su innegable entrega al estudio del balonmano, con aspecto de loco embebido por una pasión, le convierte en sabio.

Es muy difícil que Hungría sorprenda al conjunto español. Por eso el seleccionador nacional quiere centrarse en su equipo. «Nosotros debemos hacer nuestro juego. Somos conscientes de que una gran defensa nos abrirá las posibilidades de victoria y ahí debemos trabajar».

Jugar como se entrena

En el estreno, España puede presentar algunas caras nuevas en torneos oficiales. Julen Aguinagalde y el gijonés Carlos Ruesga son claras apuestas de futuro. Ambos debutaron en la selección con Pastor, en la concentración de junio de 2006 para enfrentarse a Alemania, en la fase de preparación del Mundial germano.

Julen es el relevo natural de Uríos, baja por lesión. Un pivote físicamente muy fuerte, con buenas manos, movimientos rápidos, «pero que aún debe trabajar para mejorar la finalización», señala el técnico pucelano.

Ruesga es la fantasía. Algunos ya ven al gijonés como el compañero de baile de Chema Rodríguez. Incluso los más osados le tildan de 'el tapado' y aventuran que en este Europeo deslumbrará, como ya hiciera el palentino en Túnez.

Asier Antonio es el recambio de un especialista. Hasta ahora Juancho Pérez asumía ese rol del centro de la defensa, del tipo duro. Su baja forma ha hecho decantarse por un jugador al que conoce muy bien: «Tengo depositadas muchas esperanzas en él».

Algo similar ocurre con Sierra. La rotura fibrilar de Barrufet le ha abierto las puertas para una cita trascendente antes de lo previsto. En el pasado Europeo de Suiza estuvo a punto debido a una lesión de Hombrados. Ahora otra lesión, la del capitán, le permitirá demostrar que la portería española tendrá un digno heredero.

Supeditados a los descartes que el técnico haga este jueves, los cuatro ansían entrar en la competición: «No deben querer hacer nada especial. Deben jugar como entrenan. Todos están muy enchufados y con ganas de competir. Tienen confianza y se han adaptado al grupo».

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