El notario Torres despide a dos empleados y abre una auditoría por la desaparición de fondos

El notario Ángel Torres, con oficina en la plaza del Seis de Agosto, ha abierto una auditoría para investigar una posible desaparición de fondos realizada, presuntamente, por dos de sus empleados, los cuales han sido ya despedidos. La supuesta derivación de dinero se habría hecho, según afirmó el propio notario, en sus cuentas particulares.

El fedatario explicó ayer a EL COMERCIO que «la auditoría se encargó al notar que había algo raro en las cuentas; se han analizado los últimos seis meses y al comprobar que los números no cuadraban se ha extendido la auditoría a los últimos años». Señala directamente a dos de sus trabajadores, aunque no ha querido, por el momento, poner los hechos en conocimiento de la justicia o del Cuerpo Nacional de la Policía.

El supuesto perjudicado elude pronunciarse sobre la cantidad de dinero que le habría sido sustraído. «Aún es pronto para saberlo a ciencia cierta porque no se han revisado las cuentas de años anteriores y todavía no se sabe lo que pudiese faltar», señaló.

Uno de los dos empleados despedidos llevaba varios años trabajando en la notaría y se ocupaba de gestionar el dinero de Ángel Torres. El segundo de los despedidos es una empleada que llevaba menos tiempo trabajando en la empresa. Aún está por determinar si ambos tienen relación con los hechos.

Este notario, antiguo Corredor de Comercio, es uno de los que más volumen de facturación tiene en la ciudad, desde que en el año 2000 pasase a formar parte del cuerpo notarial.