Secciones
Servicios
Destacamos
I. ÁLVAREZ
Viernes, 8 de febrero 2008, 05:12
Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.
Compartir
Quizá no las perfectas, pero sí las medidas exactas de las españolas están ya en poder de los diseñadores. «Y amoldarse a unos tallajes concretos no supondrá ninguna merma para la creatividad», advierte Modesto Lomba (Devoto & Lomba), presidente de la Asociación de Creadores de Moda de España.
«Los datos que me ha dado la experiencia -en 1986, abrió su primer taller en Vitoria- son que mi público está entre las mujeres de 25 a 55 años que buscan prendas de espíritu joven. Con los que facilita este estudio, conseguiremos que el cien por cien de lo que fabriquemos tenga una destinataria. Podremos dejar de guiarnos por la intuición y fabricar para cuerpos reales», se alegra.
Por mucho que unas quisieran tener unos centímetros más a lo alto y unos menos a lo ancho y respondan o no a la morfología 'cilíndrica', 'campana' o 'diábolo', las mujeres en España se reparten entre la talla 36 y la 70.
Mentira y realidad
Lomba supone que entre sus clientas se encuentran algunas que se plantean adelgazar cuando van de compras y aquellas que vestirán la 36 y la 42, las dos, según la prenda. «Es difícil dar una explicación. Pero se confunde al mercado cuando se dice que la belleza es delgadez», opina.
-Sin embargo, usted se molestó cuando la última pasarela Cibeles descartó a cinco modelos por «extrema delgadez».
-Las modelos tienen unas características muy peculiares y la ropa que lucen no puede hacerse en todas las tallas porque cada volumen necesita que se estudie una estética distinta que le enriquezca. Además, la pasarela es una expresión creativa donde se exponen criterios, gustos, conceptos.
«Mido 1,72 y peso 71 kilos, y tengo dificultades para encontrar ropa de última tendencia que se adapte a mi cuerpo. ¿Por qué se empeñan ustedes los diseñadores en vendernos una mujer irreal?», planteó en un foro una mujer a Modesto Lomba. «La pasarela es una mentira y la realidad eres tú. Los diseñadores vivimos de mujeres como tú», contestó él.
Menos tolerante se muestra Antonio Miró, poco dispuesto a «malgastar tela». «Me arruinaré si hago un mismo modelo destinado a un volumen 'cilindro', para una mujer 'campana' o para un cuerpo 'diábolo'. ¿Eso supone un mismo vestido de tres formas diferentes!», se queja el diseñador catalán. En su opinión, a partir de una talla 46, «el cuerpo se desmadra sin remedio, y el tallaje se convierte en algo complicado» hasta tal punto que «lo modistos vamos de cabeza».
«La moda estrecha»
Mal que le pese, achaca la culpa a la moda, «que es muy rara y tirana e hipnotiza», además de venir «muy estrecha, como ya sucedió en los años sesenta». «No es tan fácil meterse en unos pantalones pitillo -reconoce-. Si la moda fuera más ancha se acabarían los problemas. A las jóvenes les gustan las prendas holgadas y a las más mayores no, pero bastaría con estrechar estas ropas», reflexiona.
Cuando Antonio Miró se iniciaba en sus primeros patrones en la escuela de diseño, con diecinueve años, un profesor le dijo: 'Haz moda, porque no harás daño a nadie'. «Aquel maestro quiso decir que uno puede encontrar su estilo sin tener que seguir los cánones, pero hoy hay mujeres que sufren porque un patrón no se ajusta a su cuerpo», lamenta.
La necesidad de llevar a cabo entre los hombres españoles un estudio similar al emprendido por el Ministerio de Sanidad entre las féminas aúna a Modesto Lomba y a Antonio Miró, al menos. Tampoco ellos son los mismos de antes.
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.