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UNIVERSAL. Urtain posa con boina ante la Torre Eiffel en 1969. / TELEPRESS
Urtain salta a escena
Cultura

Urtain salta a escena

La compañía teatral más laureada y polémica, Animalario, estrena en setiembre en el Centro Dramático Nacional su particular biografía del púgil vasco

O. L. BELATEGUI

Lunes, 5 de mayo 2008, 04:40

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A José Manuel Ibar, Urtain, le fotografiaron por última vez en la madrileña calle de Fernán Caballero la tórrida noche del 22 de julio de 1992. Al pie del décimo piso desde el que se había arrojado tras tomar carrerilla en el salón y saltar la barandilla. Huía de la soledad y de una orden de desahucio por impago del alquiler. Tenía 49 años, y su nombre llegó a convertirse en adjetivo en el habla popular, un honor reservado a unos pocos: «Estás hecho un Urtain». Su suicidio será la primera escena de la nueva obra teatral del grupo Animalario. 'Urtain' se estrena en el Centro Dramático Nacional el 25 de setiembre.

Otros púgiles han compartido su destino de juguete roto, pero ninguno disfrutó de tanta popularidad en un momento histórico, el tardofranquismo, en el que el país necesitaba héroes. «Urtain fue utilizado como símbolo y marca. Urtain fue España; España acabó con Urtain», reflexiona Andrés Lima, director de Animalario. «Simboliza el paso de la España del toro y el Soberano, de la España con dos cojones racial del franquismo, cateta y sin cultura, a la supuesta modernidad. Necesitábamos un símbolo que saliera de la pobreza y el catetismo a base de hostias. Y lo encontramos. ¿Y encima era vasco!».

Hay un simbolismo macabro hasta en la fecha elegida para quitarse la vida, a cuatro días del inicio de las Olimpiadas de Barcelona. «Los políticos y la prensa se ocuparon de auparlo, y cuando estaba en lo más alto del trapecio lo dejaron solo y sin red», se lamenta Lima. Animalario, la gran triunfadora de los últimos Premios Max con 'Marat-Sade', ha sabido ondear la bandera de la agitación y la polémica. Capitalizó el desencanto provocado por el Gobierno Aznar en 'Alejandro y Ana: todo lo que España no pudo ver del banquete de boda de la hija del presidente', y en 2003 convirtió la gala de los Goya en un alegato contra la guerra de Irak.

La compañía no podía soslayar la carga política de un personaje del que escribió Francisco Umbral: «Urtain, como el Régimen, ha sido fuerza para nada». El director de Animalario ve «una metáfora clara» en el ascenso y su caída: «La historia de un hombre pequeño, peleándose de verdad con el mundo, intentando saber quién es, intentando descubrir. Solía preguntarse: '¿Qué he hecho yo para que todo lo que hago sea tan sucio?'». El actor Roberto Álamo, protagonista de las películas 'Días de fútbol' y 'Un buen día lo tiene cualquiera', encarna al boxeador en este «viaje hacia atrás de un suicida». Le acompañan algunos de los rostros más populares de la compañía: Alberto San Juan, Guillermo Toledo, Javier Gutiérrez

«Un boxeador mediocre»

'Urtain' se ensaya estos días en un escenario presidido por un ring. La obra trasciende del relato biográfico-deportivo para rememorar una época. Además de las peleas, por la lona desfilarán coetáneos del boxeador: Franco, Aldolfo Suárez, Raphael, Pedro Carrasco, el cómico Eugenio, Rocío Jurado, Manuel Alcántara, entonces cronista de las hazañas de Urtain en el diario 'Marca' «El espectador se sentirá como si le pegan una paliza», promete Lima. En el universo de Animalario, Martes y Trece nos cuentan el 23-F y los combates amañados del púgil devienen en un número musical de revista en Pasapoga.

'Urtain' nació hace seis años como un guión de cine escrito por Juan Cavestany para ser protagonizado por Javier Bardem. La película nunca se hizo. Cavestany, autor asimismo del libreto teatral, no encontró ninguna biografía del púgil. Sólo un libro de 1971 «bastante insultante y cruel» del periodista José María García, «que se dio a conocer gracias a denunciar los tongos de Urtain». Aquel mismo año, Manuel Summers convenció al boxeador en el cénit de su fama para protagonizar un inclasificable documental, 'Urtain, el rey de la selva'.

«La historia de Urtain no podía ser meramente la historia de un juguete roto que culmina con un salto mortal al vacío», explica el guionista. «Decidí empezar por el final, conocido por todos, y caminar hacia el origen, envuelto en las tinieblas atávicas de la España profunda. Urtain fue un boxeador tan mediocre como lo era la España franquista de finales de los 60 y comienzos de los 70. Sin embargo, o tal vez gracias a ello, alcanzó una gran fama y se convirtió en uno de los grandes personajes mediáticos de nuestro país».

Andrés Lima desvela que la familia Ibar está al tanto de uno de los estrenos teatrales que más darán que hablar esta temporada. «Les respetamos mucho, pero no existen derechos de autor sobre la imagen de Urtain. No queremos meternos en la vida de un muerto, pero ha pasado el tiempo y ya se puede hablar sin rencor».

Animalario no obviará cómo el franquismo supo aprovecharse de un vasco noble y bruto, que llenaba estadios justo cuando ETA nacía y al que apadrinó Vicente Gil, médico personal de Franco. «Un vasco que renegaba de la autodeterminación y se ponía a cantar el 'Cara al sol' cuando se emborrachaba. El fruto de un país educado en la violencia y en el miedo, de ahí venía su desesperación».

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