La Primera sube el listón

La acción de Sporting, como si de un valor bursátil se tratase, cotiza al alza. En credibilidad. Pero, sobre todo, en inercia de equipo campeón. Hasta el aficionado menos optimista se ve obligado a claudicar ante el factor numérico de los hombres de Preciado en el torneo de la regularidad, el que marca de verdad los méritos de un equipo durante sus 42 jornadas.

No se trata precisamente de una competición que conceda permiso para el respiro. El Sporting ha tropezado lo justo, pero sigue arriba, aguantando el tirón y anudando la garganta a más de un aficionado en alguna ocasión, con dosis de atrevimiento, buen juego y, por qué no, épica, como el sábado. Pero es que los números, rotundos a favor de los rojiblancos, reflejan fielmente la realidad de lo que está ocurriendo.

El Sporting ha mostrado sus señas de identidad: domina el balón, le da protagonismo, defiende el juego alegre e impone su estilo. Y sin que ello signifique una renuncia a la pegada y a la defensa. Al contrario. Los números revelan la buena salud de este proyecto: tercer clasificado con 61 puntos, máximo goleador de la categoría con 55 dianas y quinto equipo menos goleado con 38 goles.

Los datos no pueden ser más reveladores. Pero no sólo esos. Desde que la Liga echó a andar a finales del mes de agosto -lo hizo con el Sporting en lo más alto de la tabla tras un contundente triunfo frente al Poli Ejido en El Molinón-, el conjunto del técnico de El Astillero ha ocupado puestos de ascenso en 29 de las 36 jornadas disputadas, lo cual habla bien a las claras de la regularidad de sus prestaciones. La última vez que se vio fuera de la zona de honor se remonta ya al 15 de marzo, cuando el Ferrol frenó, momentáneamente, a los rojiblancos en A Malata.

El equipo gijonés se ha hecho, pues, acreedor con justicia del título de candidato al ascenso. Independientemente del factor numérico, la verdad ahora es que el billete a Primera se ha convertido, con el Numancia a las puertas del sueño y a la espera de un traspié del Málaga, en una pugna entre el Sporting y la Real Sociedad. Los pupilos del técnico de El Astillero se han mostrado hasta la fecha como un equipo más sólido, incluso en duelos 'calientes' o en aquellos en los que circunstancias -por ejemplo, las expulsiones o los goles tempraneros del rival- han puesto el partido cuesta arriba.

Hormigueo del éxito

El proyecto rojiblanco, el segundo de Manuel Preciado, se ha ido fortaleciendo a medida que ha ido avanzando la competición. El equipo se ha ganado la confianza de la afición sportinguista, que vive ahora ansiosa los días previos para el próximo compromiso liguero ante el Tenerife en el Heliodoro Rodríguez López, que se disputará finalmente el sábado (18.30, TPA). Todos -dirigentes, jugadores, cuerpo técnico y aficionados- se enfrentan de nuevo al hormigueo del éxito. Pero con calma y una euforia comedida.

La plantilla gijonesa prefiere andarse con pies de plomo. Bien es cierto que el Sporting luce en el casillero más puntos esta temporada que en cualquiera de las nueve anteriores en Segunda División. Pero no siempre los tres conjuntos que, alcanzada la jornada trigesimosexta, ocupan posiciones de ascenso terminan cumpliendo su sueño. Ni mucho menos.

Repasando la situación que vivía el conjunto rojiblanco en el mismo tramo de competición de la última década se encuentra un dato revelador: los 61 puntos de los hombres de Preciado los sitúan como el mejor Sporting de la última década. Por detrás quedan el equipo de Marcelino García en su primer año (60 puntos), el de Braojos y Ciriaco Cano (55), el de Cantatore y Pepe Acebal (53) y los del técnico de Careñes en su segundo proyecto y de Pepe Acebal en solitario (52). El resto refleja parámetros inferiores: 44 con Preciado el año pasado, 49 con Ciriaco Cano en la campaña anterior, 45 en la 2002-2003 con Acebal y Maceda, y 44 en la primera temporada tras el descenso, con Antonio López, Redondo y Aad de Moss en el banquillo.

Múltiples variables

En ninguno de esos casos, la renta fue suficiente para dar el salto. Por eso todo el mundo sueña. Aunque, evidentemente, cada temporada es un mundo y los puntos que un año sirvieron para ascender al siguiente te dejan a las puertas. Y lo mismo ocurre con los puestos de honor. En los últimos diez años y dejando al lado la temporada 1998-1999 -particular porque todavía se mantenía el sistema de promoción-, sólo en cuatro ocasiones subieron aquellos tres conjuntos que, en la jornada 36, eran primero, segundo y tercero. En el resto, siempre se coló un compañero de viaje inesperado. Fue el caso del Levante (2005-2006), pero también del Getafe (2003-2004), Recreativo (2001-2002) y Osasuna (1999-2000).

Lo razonable es pensar que quien accede a este último tramo del campeonato en plazas de privilegio se llevará el premio. Pero la plantilla pide calma hasta tener el ascenso en el bolsillo. El más caro se produjo el año pasado y en la temporada 2004-2005 (76 puntos). El más barato, en la campaña 2001-2002, que hizo del Recreativo, con 69 puntos, conjunto de Primera.