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VIÑEDOS. Viticultores de Cangas del Narcea, durante la época de la recogida de la uva. / E. C.
Emblema de Cangas
Occidente

Emblema de Cangas

Varios autores se unen para presentar un libro sobre la tradición de la actividad vinícola en las laderas del Narcea

L. H. V.

Lunes, 12 de mayo 2008, 04:34

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El libro 'El vino de la tierra de Cangas' quiere ser un plácido paseo, una ruta por la milenaria historia de la cultura y del vino de Cangas. Una actividad económica, social y cultural que a lo largo de los siglos ha sido un elemento fundamental en la formación de la singular idiosincrasia canguesa.

Esta fue la primera reflexión del corresponsal de EL COMERCIO, José María Azcárate, durante la presentación del libro 'El vino de la tierra de Cangas', del que es coautor junto al periodista Jorge González Díez, el catedrático de Geografía de la Universidad de Oviedo Tomás Cortizo y el fotógrafo Arnaud Späni.

Azcárate señaló que «Asturias también sabe a vino y sus viñas y bodegas están asentadas desde tiempos inmemoriales en el concejo cangués».

El acto, celebrado en el auditorio municipal, contó con la presencia del alcalde cangués, José Manuel Martínez, quien aseguró que este libro es «un excelente trabajo del que el concejo de Cangas del Narcea se tiene que sentir orgulloso», al mismo tiempo que anunció que «desde el Ayuntamiento se pondrán en marcha ayudas y becas para favorecer la investigación vitivinícola en el concejo, una tradición milenaria que ha esculpido las montañas y parajes del concejo».

Por su parte, el editor y fotógrafo Arnaud Späni apuntó que este libro nace con el objetivo de ser «el embajador de la tierra del Narcea, para que viaje y dé a conocer las costumbres, el paisaje y el paisanaje de este concejo, además de ser el estandarte del turismo cultural, desde la excelencia del producto y su rico patrimonio». El fotógrafo indicó que espera que pueda «seducir a los lectores al mismo tiempo que los envite a su lectura».

El periodista Jorge González señaló que tras el trabajo de investigación llevado a cabo para la redacción del libro «llegué a la conclusión de que el vino es el principal emblema de esta tierra».

«Fijaros si fue importante que el vino de Cangas sirvió a lo largo de la historia para hacer carreteras, puso en jaque a los franceses y se codeó con los mejores caldos europeos en los concursos vinícolas; los retablos de muchas iglesias canguesas están llenos de racimos de uvas y el San Roque de la Basílica de Santa María Magdalena carga con este elemento también», apostilló González.

Repaso histórico

Según sus autores, este libro sobre el vino de la tierra de Cangas es el primer paso de un largo camino que debe servir para el reconocimiento de la singularidad e importancia, que tuvo y tiene, a lo largo de la historia la cultura del vino, una actividad económica muy relevante en la vida canguesa.

El libro, a lo largo de sus casi 250 páginas, hace un recorrido por la milenaria historia de la cultura del vino en el concejo cangués. En la primera parte se hace una sucinta historia de la comarca del Narcea, de sus contrastes, del terrazgo y su población.

La historia de la viticultura en el valle del Narcea es otro de los apartados troncales del libro. La expansión de los viñedos en el siglo XI, con el asentamiento de los monjes benedictinos en el monasterio de Corias y su posterior desarrollo, marcan las directrices del libro que hace un somero repaso a través de los siglos. En el siglo XIX, la crisis de la filoxera, los premios en los certámenes de Burdeos y Lugo, su desarrollo y decadencia a lo largo de la última mitad del siglo XX. Por último, el trabajo se vuelca sobre el renacimiento del vino de Cangas en los últimos años del siglo XX, la creación de la asociación de cosecheros (Aprovican), la concesión de la indicación geográfica protegida del Vino de la Tierra de Cangas, además de las muchas expresiones culturales y festivas que se realizan a lo largo del año entorno al vino de Cangas.

Ilustraciones

Todo el libro está ilustrado con un buen número de bellas y espectaculares fotografías de los viñedos y bodegas canguesas. Al final, aparecen una serie de recetas culinarias elaboradas con vino de Cangas hechas por los más prestigiosos restauradores asturianos, y un apartado de cocina tradicional del restaurante Blanco, de Cangas del Narcea.

Según apuntó Azcárate, «este libro permite al lector descubrir la belleza, la cultura y la gastronomía del concejo de Cangas del Narcea. Una piedra más en el camino de la recuperación y el renacimiento de una actividad que está íntimamente ligada a nuestra propia historia. Una seña de identidad singular y propia, ligada a la calidad y a su origen geográfico, única en Asturias».

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