El sonido de la gaita toma Poniente

Faltaban pocos minutos para el comienzo del concierto cuando el público esperaba ya expectante al pie del escenario de la playa de Poniente. Se encendieron las luces y Hevia salió a un escenario en el que estuvo acompañado por su hermana María José a la percusión, Christian Constantini a la batería y Javi Barral, a la guitarra, entre otros. Ya había tocado en Gijón otras veces, pero la de anoche era su primera actuación en la Semana Grande, su Semanona, la misma de la que fue pregonero el año pasado.

Todo arrancó con una tonada a modo de homenaje a su abuelo y a la música de su tierra con el arreglo electrónico hecho por uno de sus colaboradores habituales, Ramón Prada. Luego seguirían 'Fandangu de los llobos', que dedicó a Armando Fernández, suprimer profesor de gaita, 'Albo' y'Albandi'. Los paraguas comenzaron a asomar ya en los primeros minutos del concierto aunque el personal aguantó a pie de escenario sin problemas.

Los numerosos seguidores pudieron atender a un repertorio centrado en 'Obsessión', el cuarto trabajo discográfico del artista, con base folk y un carácter de aire más chill-out, que incluye 'la canción principal homónima de la película de Garci, 'Luz de domingo'. A lo largo de la velada, sonaron, además, temas de sus primeros trabajos, 'Tierra de nadie', que este año cumple diez años, 'Al otro lado' y 'Étnico ma non troppo'. También hubo tiempo para las sorpresas. Nada menos que Carlos Rubiera salió al escenario para interpretar junto al gaitero universal 'Carretera d'Avilés'.

El inventor de la gaita electrónica compartió también escenario ayer con la Banda de Gaitas Villa de Xixón con la que tocó el tema que cerraba el repertorio programado. Después llegaron los dos bises finales: 'Baños de Budapest' y 'Dos de mayo'.