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La plaza más antigua de Asturias levantada por un ayuntamiento
Oriente

La plaza más antigua de Asturias levantada por un ayuntamiento

Preveía una fuente coronada por la estatua de Manuel Ibáñez que se sustituyó por un gran pedestal

G. F. B.

Domingo, 4 de enero 2009, 04:04

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Pío Noriega Ruiz emigró muy joven a México y pasó a Estados Unidos huyendo de las frecuentes balaceras y refriegas previas a la Revolución mexicana. Residió en New Jersey y en Nueva York, ciudades en las que se dedicó a negocios de importación y fue promotor de espectáculos.

Era hijo de Íñigo Noriega Mendoza y de Teresa Ruiz Noriega, quienes habían construido en Colombres su vivienda familiar conocida como La Casona. Se casó con Adela Sánchez Grimani, hija de Víctor Sánchez Escalante, el cuarto hermano de la saga de los Sánchez Escalante que se habían establecido en Santiago de Cuba, en el ramo textil, bajo el nombre comercial de La Fortuna.

Los Sánchez Escalante edificaron en Colombres la Casa Roja, la Casa de las Palmeras, la Casa de los Leones y rehabilitaron la humilde vivienda de sus progenitores, que hoy se la conoce como 'La mansión del abuelo'. La hermana mayor de la estirpe, Ana María, se casó con Manuel Ibáñez, primer conde de Ribadedeva, y fueron los promotores de la Casa de Piedra, hoy Casa de Cultura de Ribadedeva y Biblioteca Pública.

Así pues, Pío Noriega Ruiz, el hombre que destilaba ideas geniales para Colombres, es quien posibilita el entronque de los apellidos Noriega y Sánchez, además de emparentar políticamente con los Ibáñez.

Su padre, Íñigo Noriega Mendoza, ya había cedido terrenos de La Casona, en la última década del siglo XIX, para la construcción de la plaza de Manuel Ibáñez, benefactor de Ribadedeva, muerto en 1891.

La plaza, de planta ovalada, se construyó bajo un proyecto firmado por el arquitecto E. Pérez de la Riva, el día 21 de octubre de 1895. El plano preveía la construcción de una fuente monumental en el centro geométrico del espacio para coronar con la estatua de Manuel Ibáñez. No se llegó a realizar y se sustituyó por un notable pedestal.

Ana María Sánchez Escalante, la viuda de Manuel Ibáñez, contribuyó con un donativo de 25.000 pesetas y la plaza se inauguraba en 1898. Está considerada como la más antigua de Asturias, de entre las que se levantaron con intervención del Ayuntamiento y aportaciones vecinales, y fue definida como un espacio culto y urbano. En su entorno se plantaron 35 plátanos enanos y se colocaron 40 farolas en columnas de hierro fundido, así como bancos de piedra sin respaldo en el exterior del anillo.

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