Los minerales, memoria de la Tierra

L AS conformaciones de la materia terrestre en la corteza reciben la genérica denominación de 'minerales-rocas'. Estas dos agrupaciones -estabilizadas- de la que fue 'materia-polvo espacial', la cual, consolidada, determinó la formación de buena parte de los materiales del subsuelo terrestre, guardan en su interior la totalidad de los 'parámetros-memoria' que permiten seguir tan cruciales trasformaciones para la Tierra global o astro.

Los minerales se formaron en lugares geodinámicos especiales, dando lugar a los yacimientos-criaderos de minerales-gemas de procedencia superficial o profunda. Las condiciones o fenómenos que facilitaron su formación determina que podamos asegurar que los diversos minerales terrestres tienen su propia y peculiar estructura a manera de 'geofenoma'. Entendiendo por tal el conjunto de aspectos o valores fenomenológicos que, emanando de la actividad terrestre, actúan como 'lito-genes' que promocionan sus diversos tipos y formas de consolidación. También la agrupación diversificada de éstos para dar lugar a la materia rocosa astro-terrestre.

La materia terrestre petro-mineral se organiza a nivel atómico-molecular mediante procesos de cristalización muy diversos y específicos. Existen también estructuras cristalinas peculiares en los diversos materiales terrestres. Tales estructuras de cristalización son la memoria más lejana o profunda de la materia del subsuelo. Las estructuras de cristalización contienen los parámetros-gen directores de sus procesos de cristalización-solidificación o equiparable 'cristalonoma'. La cristalización tiene carácter invasor y penetra en la bio-materia, produciendo fenómenos de fosilización -recristalización, ¿diamantes?- permanentes, de gran interés para seguir las transformaciones de la Tierra. Desde el exterior terrestre llegan -de forma esporádica- materiales procedentes de fragmentaciones planetarias, cristalizados y recristalizados en condiciones extremas (meteoritos-aerolitos), que permiten reconocer valores que pueden estar en relación con la memoria muy lejana o más lejana de la Tierra. Podría considerarse que existe un extra-cristalofenoma de capital importancia para vislumbrar momentos muy lejanos de la Tierra en consolidación-formación.

En los múltiples minerales-rocas y sus cristalizaciones-cristales-fosilizaciones, así como en los meteorito-aerolitos, se contienen -en parámetros diversos- los valores para la memoria interpretativa del pasado de la Tierra-astro. Desde el difuminado pasado inicial, pasando por el esplendoroso marcado por los diversos momentos de desarrollo de la vida, hasta llegar al momento actual en que el sobredesarrollo fomenta la contaminación y los cambios ambientales peligrosos. Ello sin dejar de percibir los muy lejanos peligros destructivos creados por los meteoritos y la basura espacial, entre otros.

El respeto a los minerales-rocas es esencial cual se acaba de querer clarificar. Contienen los que como símil docente mediático podemos llamar 'geo-genes' del pasado y el devenir de nuestro astro Tierra. En el Año Internacional de la Astronomía bueno puede ser intensificar el recordatorio de la necesidad de respetar y valorar debidamente tales materiales. Ello precisa que no se esquilmen los afloramientos naturales; también incorporarlos -al máximo posible- a los museos, centros docentes y laboratorios de investigación que tratan de obtener cada vez más datos para comprender el astro tierra. En Asturias, fray Feijoo, estudiando cristales de cuarzo ahumado procedentes de las inmediaciones de Oviedo (San Juan de Priorio, diamantes de Priorio). percibió la estructura atómico-cristalina que hoy es denominador común de la materia cristalizada. Jovellanos, en otro orden de cosas o dimensión más practico-económica, inició el llamado Instituto de Mineralogía y Náutica. Entiendo que la Universidad de Oviedo y su Escuela Superior de Minas deberían aprovechar las colecciones de minerales- gemas de que dispone en aquélla para dar más cuerpo a la que propongo denominar Colección de minerales-gemas-rocas ornamentales Feijoo-Jovellanos (F-J). Sería una buena iniciativa para valorar mejor el Año Astronómico Internacional en curso a lo largo de este 2009, patrocinado por la Unesco.