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Centenario monumental
Oriente

Centenario monumental

El Casino de Llanes es uno de los edificios más emblemáticos y fotografiados de la villa. Este año se cumplen cien años de su construcción, que finalizó en 1910

GUILLERMO F. BUERGO

Domingo, 8 de marzo 2009, 03:37

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Hace ahora cien años, la construcción del edificio del Casino era la obra de mayor relevancia de entre todas las que se acometían en Llanes. La villa vivía por aquel tiempo un afán de modernización a través de varios movimientos intelectuales. Pero, apenas 20 años antes, en 1888, el concejo contaba con 19.205 habitantes de los que 10.165 eran analfabetos, que no sabían leer ni escribir. Leían, pero no escribían, 1.750 personas, mientras que los que sabían hacer ambas cosas eran 7.470: 4.695 hombres y 2.775 mujeres.

Las inquietudes culturales que se percibían en Llanes a principios del siglo XX eran palpables. Se potenció la creación literaria de los vecinos con la puesta en circulación de doce periódicos en el concejo. Y se mantenía en aquella época una enorme afición por el teatro, al tiempo que se detectaba un gran interés por los entonces considerados deportes modernos: el boxeo, el fútbol y el ciclismo.

Desde 1850 contaba Llanes con una sociedad llamada Casino y Teatro de Llanes que vivía en casa alquilada con mobiliario propio. El Teatro, ubicado también en lugar ajeno, se levantó en 1881 a expensas de un particular y tenía capacidad para 300 personas: 94 butacas, 80 asientos de primera fila, diez palcos de seis asientos y once plateas de seis plazas. La biblioteca de la sociedad se abría el 1 de enero de 1884 y en el catálogo de 1891, elaborado por el socio Cirino Fernández González, consta que estaba formada por 953 volúmenes. Hacia 1905 había aumentado el nivel de vida de los llaniscos con la llegada de dinero de América y era frecuente la presencia de acaudalados industriales y emigrantes para pasar el verano en la villa. La Sociedad Casino de Llanes estaba convencida de la necesidad de un cambio radical y la transformación se hizo posible con el apoyo moral y económico de indianos llaniscos.

El lugar en

el que hoy se asienta el

Casino estaba ocupado por el mercado cubierto de la villa, y esa parcela la sacaba el Ayuntamiento a subasta el día 15 de julio de 1905. Se la adjudicó la Sociedad Casino de Llanes por 25.000 pesetas. Al año siguiente, bajo la presidencia de Manuel Rivero Soberón, se aprobó en Junta General Extraordinaria la construcción del edificio y para ello se emitieron mil acciones de cien pesetas cada una, de las que 288 fueron suscritas en el acto.

El día 28 de diciembre de 1907 se sacó a subasta la demolición del mercado cubierto, con la cesión del hierro, zinc, maderas y cristales, aunque no se incluían las piedras y losas. El precio de remate quedó establecido en 8.120 pesetas y no se podía adjudicar por debajo de 5.423 pesetas.

Con la plaza cubierta ya demolida se encargó el proyecto al arquitecto Juan Álvarez Mendoza y fue necesario comprar al Ayuntamiento, por 2.500 pesetas, un terreno de 115 metros cuadrados al lado de las escaleras que dan acceso a la Torre. La subasta para la obra del Casino tuvo lugar en 1908 con un presupuesto de licitación no superior a 66.998 pesetas y se la adjudicaba el contratista Mariano Gavito Pérez, en 50.444 pesetas. El edificio se construyó con una rebaja de 8.554 pesetas sobre el precio de salida.

El primer empleo de Álvarez Mendoza, en 1895, había sido el de arquitecto municipal del Ayuntamiento de Lugo. Había viajado por Europa y las ideas que plasmó en Llanes las había adquirido en el estudio de los casinos de la Costa Azul francesa. Bajo esos criterios, transplantó a Llanes las costumbres y el ocio de la alta sociedad europea.

La monumentalidad de la obra le abrió las puertas para ser llamado a la construcción de nuevos edificios en la comarca, principalmente en Ribadesella. Álvarez Mendoza es el autor del proyecto del chalé de la marquesa de Argüelles en la playa de Ribadesella, hoy ocupado por el Gran Hotel del Sella. Y también firmó, en 1911, el proyecto para la construcción del Teatro Divino Argüelles, en pleno centro de la capital riosellana.

La construcción del Casino de Llanes finalizó en 1910 y el inmueble estaba pensado para lugar de recreo y ocio reservado a los varones. Las actividades más frecuentes eran la celebración de tertulias, la lectura de prensa y los juegos de mesa y billar. Las dependencias permanecían abiertas desde las siete de la mañana hasta las doce de la noche y estaba vetada la practica de juegos prohibidos, así como entablar discusiones de carácter político o religioso. El conserje del local tenía un sueldo mensual de 60 pesetas y el auxiliar de 22,50.

En 1912 contaba con 140 socios que pagaban cinco pesetas al mes. En el año 1916 presentó un balance con 13.358 pesetas de ingresos y 12.401 de gastos, y como mantenía un superávit de 5.665 pesetas, el remanente en caja quedaba fijado en 6.612 pesetas.

Y como dato curioso de la apertura del Casino, se comentaba por aquellas fechas en Llanes que el mobiliario había sido donado por Casa del Río, una mueblería ovetense que de esta forma abría una vía de propaganda en la captación de una nueva clientela con elevados recursos: el colectivo de indianos llaniscos.

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