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Un perro atemoriza y ataca a sus dueños en un piso de la avenida Schulz

La Policía Local y el lacero se hicieron cargo de la situación al encontrar a un herido debajo de la cama, con el can encerrado en ese cuarto

OLAYA SUÁREZ

Jueves, 12 de junio 2014, 00:43

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Heridos y atrincherados cada uno en una habitación. Así se encontraron el lacero municipal y la Policía Local a los cuatro miembros de una familia en su piso de la avenida Schulz después de que su perro se volviese contra ellos y les atacase. El animal, un cruce de pastor belga y chow chow de once años, tuvo que ser finalmente eutanasiado -a petición de su propietaria- después de protagonizar un tenso episodio en el que llegaron a intervenir incluso los bomberos y que mantuvo en jaque a todo el vecindario.

Los hechos ocurrieron al mediodía del pasado sábado. Al parecer, según explicaron los afectados a los agentes, el animal empezó a mostrar un comportamiento agresivo por la mañana, pese a que durante toda su vida había sido tranquilo y cariñoso. En la vivienda del portal número 130 se encontraban la madre, las dos hijas y el novio de una de ellas. Fue precisamente ese hombre el peor parado, ya que sufrió una mordedura en una mano que le causó lesiones de carácter grave.

El perro le atacó en una de las habitaciones y le bloqueó la puerta para acorralarlo y evitar que saliese. El afectado, preso del pánico, optó por esconderse debajo de la cama. Las otras tres mujeres que estaban en el piso consideraron que la mejor opción para evitar males mayores era cerrar la puerta de la estancia con la mascota -en pleno ataque de agresividad- y el novio de la hija dentro. A continuación, cada una de ellas se encerró en un cuarto.

Llamaron entonces a una clínica para que los veterinarios se hiciesen cargo de la situación, un extremo que los profesionales declinaron dada la gravedad. La siguiente opción fue solicitar los servicios del lacero municipal. Cuando llegó y comprobó el estado del animal y el riesgo que corría el hombre que se escondía debajo de la cama pidiendo ayuda, la ayuda de los agentes de la Policía Local. Los moradores, además, ya habían llamado a los bomberos, por lo que en el piso, en un momento dado, se juntaron los efectivos del Servicio de Extinción de Incendios, los agentes del 092, el lacero municipal y los policías.

Violentas acometidas

Cuando intentaban abrir la habitación, el perro se volvía contra ellos, con una enorme agresividad, mostrando las fauces y golpeando con furia la puerta. Uno de los agentes, arma en mano, optó por protegerse un brazo con una toalla, coger el lazo para atrapar a los animales e introducirlo por una pequeña ranura. Tras varios intentos y empleando para ello una gran destreza y fuerza por las acometidas del perro, logró asirlo por el cuello y reducirlo.

Entre los dos agentes y el lacero consiguieron bajarlo por las escaleras del edificio, aturdido pero volviéndose por momentos contra ellos. En ese momento, y alertados por la presencia de las fuerzas de seguridad, ya eran muchos los vecinos que se habían arremolinado en torno a la puerta del portal. Muchos de los presentes increparon a los agentes por el tratamiento que consideraban que le estaban dando al can, sin conocer que acababa de atemorizar y atacar a sus propietarios después de más de una década de plácida convivencia. Fue la propia dueña la que, consciente del peligro que suponía, pidió la eutanasia de su mascota en un centro veterinario.

Controlada la situación, el hombre pudo salir de su escondite de debajo de la cama para acudir a un centro sanitario en el que le tratasen de la grave mordedura que presentaba en la mano.

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