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Jorge Espina y Libertad González abandonan el salón de Plenos, mientras Francisco Santianes sigue mirando sus papeles.
Espina: «He vivido el mayor ejercicio de cinismo, hipocresía y falsedad política»

Espina: «He vivido el mayor ejercicio de cinismo, hipocresía y falsedad política»

El exportavoz de IU abandona la Corporación junto a Libertad González acusando a Santianes de «dirigir una operación de desprestigio público»

OLGA ESTEBAN

Sábado, 12 de julio 2014, 00:44

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Se emocionó y emocionó. Jorge Espina, ya exconcejal de Izquierda Unida en el Ayuntamiento de Gijón, protagonizó ayer junto a su compañera de filas Libertad González un inusual arranque de Pleno. Hacían efectiva su renuncia al cargo. Y lo hacían con sendos discursos preparados, escritos, con muchos mensajes y algunos destinatarios claros. No hizo falta dar nombres. «Me voy sin que nadie me lo haya pedido, sin que nadie me haya echado, para defender la dignidad de este sillón y de mí mismo». Solo había empezado su intervención Espina, sentado codo con codo con quien le ha sustituido en la portavocía, Francisco Santianes, a quien culpó en su discurso, sin mencionarlo, de su salida. «Me voy para que este sillón no se vea manchado por la impúdica lucha por el pírrico poder en el que algunos se han instalado de forma lamentable en mi fuerza política». Las críticas a la dirección de IU en Gijón se sucedían. «Me voy para que este cargo de concejal no se vea salpicado por el mayor ejercicio de cinismo, hipocresía y falsedad política que uno haya vivido jamás. Hasta el punto que quien firma un artículo que aún hoy, y tras releerlo muchas veces, me sigue pareciendo una infamia, y no respetando ni siquiera las durísimas situaciones personales que he tenido que vivir, dirige una premeditada operación de desprestigio público y personal que, en todo caso, no me envileció a mí, sino a los protagonistas de dicha campaña».

En poco más de cuatro folios, Espina tuvo tiempo de atacar con dureza a la dirección de IU. Pero también de lanzar muchos agradecimientos. A los empleados municipales, a los compañeros de Corporación, a «los miles de trabajadores a los que he estrechado sus manos» y a Libertad González, «a ti sí te puedo nombrar como lo que eres: una compañera».

Se va pero, por si sirve de aviso, «doy un paso atrás para tomar impulso». Porque la batalla política en Izquierda Unida no se ha cerrado. Jorge Espina y Libertad González se despedían pero por delante queda mucho trabajo interno y la elección, en septiembre, de un nuevo coordinador. Lejos aún de eso, a nadie se le escapaban ayer esas «durísimas situaciones personales» a las que él mismo hacía referencia. Tan solo un día antes, despedía en el tanatorio a su padre, fallecido el martes. Y a él dedicó la última parte de su intervención. A «agradecer públicamente a quien me ha hecho ser lo que soy».

Libertad González, visiblemente emocionada, tomaba el relevo. También para dar gracias. También para hablar de su compañero Jorge Espina. Y también para culpar a los actuales dirigentes de la organización de su despedida. Habló de ataques personales, de la pérdida de las ganas para continuar. Los principios que defendía en IU, aseguró, «se desploman». Pero, como Espina, advierte. «No es un adiós, sino un hasta pronto».

La alcaldesa agradeció su dedicación a la vida municipal en estos tres años. Pero tampoco Francisco Santianes quiso desaprovechar la ocasión para hacer lo mismo. Pese al evidente enfrentamiento, «quiero dar las gracias a los compañeros dimitidos por el trabajo realizado. Han dimitido voluntariamente y mi organización respeta esa decisión». No escucharon ya sus palabras Espina y González, que habían abandonado el salón de Plenos junto a familiares, amigos y compañeros de IU que ayer quisieron acompañarles.

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