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AST-TRIBUNALES

Ratificada la pena de siete años de prisión para el acusado del crimen de Quintueles

Ángel F.V. mató de dos tiros con su escopeta a Evaristo Álvarez, a quien había arrendado una finca en Quintueles con cuadras para caballos

efe

Viernes, 25 de julio 2014, 14:53

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El Tribunal Superior de Justicia de Asturias (TSJA) ha confirmado la pena de siete años y medio de prisión por un delito de homicidio al acusado de matar de dos disparos al novio de su expareja en Quintueles (Villaviciosa), el 1 de enero de 2012.

El tribunal ha desestimado los recursos puestos por la Fiscalía contra la sentencia de la Audiencia y de la acusación particular que pedía la nulidad del proceso, aunque sí ha estimado parcialmente la presentada por la expareja, a la que el condenado no podrá acercarse ni hablar durante diez años.

El condenado, Ángel F.V., de 46 años fue condenado por un delito de homicidio con la concurrencia de las atenuantes de confesión y de obcecación, esta última como muy cualificada, tras el veredicto emitido por el jurado popular.

También ha sido condenado al pago de indemnizaciones a la hija y hermanas de la víctima, Evaristo Álvarez, por un total de 215.000 euros, y a no comunicarse o acercase a ellas a menos de 500 metros durante diez años.

La sentencia también establecía que el condenado no podrá disfrutar del tercer grado penitenciario hasta el cumplimiento de la mitad de la pena.

Ángel F.V. mató de dos tiros con su escopeta a Evaristo Álvarez, a quien había arrendado una finca en Quintueles con cuadras para caballos y a quien consideraba su amigo, tras descubrir que había iniciado una relación con la que hasta entonces había sido su mujer, y con la que había tenido un hijo.

Ante ello, Ángel le pidió a Evaristo, que tenía 42 años en el momento de su muerte, que se marchara de la finca y que no destrozara su familia, a lo que la éste último se negó.

La sentencia reconoce que Evaristo lo humilló "paseándose por todo el pueblo" con la mujer y "comentando que tenía una relación con la misma", y que incluso lo amenazó con quedarse con sus propiedades y su familia.

Esto hizo que Ángel empezara "a vivir con miedo y en una situación obsesiva y de desesperanza, es decir con una gran ofuscación de su inteligencia y desestabilización anímica muy importante", al sentirse "traicionado y humillado por su mujer y por quien creía ser un amigo leal, el cual en vez de quitar hierro al asunto lo aumentaba con su actitud de risa y desafío ante Ángel y todos los vecinos del pueblo", relata el fallo.

El 1 de enero de 2012, sobre las 20.30 horas, Ángel volvió a encontrase con Evaristo para pedirle que se marchara, pero éste a "burlarse" y a amenazarle.

"Con la mente totalmente ofuscada por la situación que ya duraba meses" y "con sus facultades volitivas e intelectivas muy sensiblemente mermadas debido a la existencia de los disturbios emocionales que agitaban su ánimo", Ángel fue a casa y cogió una escopeta, con la que regresó al encuentro de Evaristo.

Según el relato de la sentencia, Evaristo optó por el "enfrentamiento" y trató de arrebatarle el arma, ante lo cual Ángel, pensando que "si le quitaba la escopeta estaba muerto", disparó dos tiros que causaron la muerte de Evaristo.

Tras los hechos, y de manera "inmediata", Ángel llamó a un amigo con el que se personó ante la Policía para informar de que había disparado a un hombre al que creía que había matado, todo ello "antes de que cualquier autoridad tuviese conocimiento de los hechos y de iniciarse investigación de clase alguna", valora el fallo.

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