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Caza bombardero. AV-8 Harrier de la Armada Española que participará mañana en el Festival Aéreo de Gijón. Destaca por su capacidad de espera vertical y vuelo estático.
Listos para el despegue

Listos para el despegue

El simulador de la exposición instalado en la Colegiata permite pilotar desde una avioneta 'Piper' a un caza 'P-51 Mustang'

LUCÍA RAMOS

Sábado, 26 de julio 2014, 00:42

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Sobrevolar Asturias a bordo de un Mosquito, avión bimotor utilizado por los aliados para detectar a los submarinos nazis que se escondían en los fiordos noruegos, o de la archiconocida Piper, que hasta hace poco servía a los rancheros para controlar sus terrenos y reses y en la que aprendieron a volar la gran mayoría de pilotos estadounidenses, es posible gracias al potente simulador 'Hotas Cougar' que, desde el pasado lunes permanece a disposición de quien desee probarlo en la Colegiata de Revillagigedo.

Este 'juguete' a lo grande, el mismo que utilizan pilotos profesionales e incluso campeones de motociclismo o Fórmula 1 para practicar, es una de las joyas que se pueden encontrar en la exposición organizada por el Círculo Aeronáutico Jesús Fernández Duro, que se puede visitar hasta las 21 horas de hoy y que incluye también maquetas de avionetas, veleros y hasta un Spitfire, así como uniformes y asientos de paracaidista o una completa colección de escudos y parches pertenecientes a diferentes alas, escuadrones, escuadrillas o líneas de vuelo del Ejército del Aire español.

Con profesores de lujo, como José Ortega, con más de 4.000 horas de vuelo en simulador, o Manuel Gutiérrez, quien gusta de 'visitar' a su hijo -que vive en Munich- volando sin moverse de casa y en tiempo real, cualquiera puede convertirse, en cuestión de segundos, en el piloto de un P-51 Mustang, emblemático caza norteamericano que combatió en la II Guerra Mundial, hoy convertido en avión acrobático y estrella del Festival Aéreo de este año. «Es más difícil de lo que parece, y eso que yo piloté uno para principiantes», reconocía ayer el pequeño Miguel Gonzalo, quien visitaba la exposición por segundo año. Por su parte, Enol Philip se mostraba entusiasmado por haber podido pilotar una Piper similar a aquella en la que tuvo la oportunidad de montar hace un tiempo.

Mientras pequeños y mayores se dejaban seducir por el simulador, la Patrulla Águila acaparaba todas las miradas en el Aeropuerto de Asturias momentos antes de tener que cancelar, por problemas de visibilidad, el ensayo que tenían previsto realizar ayer en la bahía de San Lorenzo. Además, quien lo desee podrá conocer de cerca el avión de combate Phantom que se instalará hoy en los jardines del Náutico.

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