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Miguel Ángel Perera.
«La clase que yo proponía no costaba un euro», afirma Miguel Ángel Perera

«La clase que yo proponía no costaba un euro», afirma Miguel Ángel Perera

El torero al que el Ayuntamiento denegó el permiso para impartir una clase magistral en la playa de San Lorenzo se siente «desprotegido»

A. CASAS

Viernes, 22 de agosto 2014, 00:16

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Acostumbrado a medir las distancias en el ruedo, no es Miguel Ángel Perera, sin embargo, torero que mida sus palabras fuera de él. Ni en privado ni en público, así que no tiene inconveniente en decir lo que piensa sin más cortapisas que sus propios límites. En esta ocasión Perera los ha situado fuera de Asturias. El matador extremeño, que toreó en El Bibio el 12 de agosto y puso al público en pie, se había ofrecido a impartir una lección magistral de toreo para niños en la arena de la playa de San Lorenzo, permiso que el Ayuntamiento denegó a la empresa solicitante, Cultoro, el 1 de agosto. Ni entonces ni cuando vino a torear hizo Perera mención alguna a la prohibición municipal, pero sí lo hizo en Bilbao.

En una entrevista publicada por El Correo, el diestro se mostró manifiestamente enfadado por la decisión hecha pública por el vicealcalde Rafael Felgueroso, si bien a quien responsabiliza es a la alcaldesa. «La clase que yo proponía no le costaba un euro al contribuyente y era de asistencia libre. Yo no obligo a nadie a venir, son las personas quienes deciden si van o no van».

Cuando se hizo pública la intención de Perera de utilizar la playa un 12 de agosto para impartir docencia taurina, se desencadenó una campaña en contra que contó con la movilización pública de los antitaurinos, la escenificación de las protestas y la recogida de 11.000 firmas. Fue entonces cuando el Ayuntamiento deniega el permiso, aduciendo que «durante la época de baños no se organiza ningún evento en la playa que pueda interferir el momento placentero que disfrutan los bañistas y usuarios de la playa», según manifestó el concejal de Seguridad Ciudadana, quien reafirmó «el compromiso de apoyo a los toros» del equipo de gobierno municipal.

Las encuestas

La explicación no sólo no convence a Miguel Ángel Perera, sino que parece no haberle concedido demasiada credibilidad. «Estamos locos de atar. Lo peor de todo es que la misma alcaldesa que prohíbe la clase se saca su abono y va a los toros, porque le gustan. Digámoslo claro: las encuestas le han acojonado», espetó el torero, al tiempo que comparó su corazón taurino con el de los antitaurinos. «Y digo yo, ¿no tendremos el mismo derecho los que amamos la Fiesta que los que no? Me siento desprotegido y vulnerado».

Y eso que no fue su corrida la que registró la mayor concentración antitaurina que conoce Gijón. Fue cinco días después, el domingo, para cerrar la Feria de Begoña.

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