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Piscinas en la Finca La Torre, de Mareo, principal patrimonio del Centro Asturiano de La Habana de Gijón.
Abocados al Tribunal Supremo

Abocados al Tribunal Supremo

«El tiempo pondrá a cada uno en su sitio», pronosticó ayer Marco Antonio Tuñón sobre el final del contencioso

NACHO PRIETO

Miércoles, 27 de agosto 2014, 00:24

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El Real Grupo de Cultura Covadonga no aprecia cambio alguno en la inscripción a su nombre de los bienes del Centro Asturiano de La Habana de Gijón en el Registro de la Propiedad, según dijo a EL COMERCIO el abogado que asesora a la sociedad de Las Mestas en todo lo relacionado con el proceso de fusión, José María Muñoz. Por una parte, porque el cambio de titularidad del patrimonio «está supeditado a la inscripción de la fusión en los registros del Principado, que es el problema que tuvimos siempre», y, por otra, porque jurídicamente «esto no supone un avance». Muñoz considera que la información proporcionada en la reunión de los socios del Centro Asturiano «es muy optimista» y augura que «va a ser determinante lo que diga el Supremo», en referencia explícita al recurso que ha presentado el Centro Asturiano ante el alto tribunal contra la denegación por el Principado de su primera petición de baja en el Registro de Asociaciones, actualmente pendiente de admisión a trámite, según las fuentes grupistas.

El caso es que ni la directiva del Grupo ni los socios del Centro Asturiano se muestran dispuestos a variar sus posiciones conocidas sobre la fusión mientras no sean obligados y, como los recursos casi siempre son posibles, todo apunta a que, efectivamente, será el Tribunal Supremo el que determine si la fusión de ambas entidades debe hacerse efectiva o no. En ese sentido, la consecuencia de que la resolución final parezca abocada al Tribunal Supremo es el plazo, ya que cabría tener que esperar varios años para conocer el final del conflicto.

«Meramente potencial»

De momento, el Grupo hace hincapié en que la inscripción a su nombre de los bienes del Centro Asturiano en el registro de la propiedad «no cambia en absoluto» la situación jurídica, «porque el Grupo no será propietario de los bienes del Centro Asturiano hasta que se inscriba la fusión en los registros administrativos, para lo que el Tribunal Supremo tendría que revocar la sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Asturias. Mientras eso no se produzca, el único propietario es el Centro Asturiano. La titularidad del Grupo es meramente potencial: si no se inscribe la fusión y, por tanto, la extinción del Centro Asturiano, la transmisión nunca llegará a surtir efecto ni, por tanto, llegará el Grupo a ser dueño».

En la información registral se puede leer textualmente, tras la anotación a nombre del Grupo en función de una «fusión por absorción» autorizada el 30 de junio de 2011 por el notario José Ricardo Serrano Fernández, que el titular está «supeditado al cumplimiento de la condición suspensiva pactada en la escritura de Fusión por Absorción, en la que se establece que no producirá efectos en tanto no se inscriba en los registros públicos correspondientes, tanto la propia fusión como la transmisión de bienes inmuebles».

¿Qué posibilidades hay de que eso ocurra? También en esto los servicios jurídicos del Centro Asturiano y del Grupo ven las cosas de distinta marea. Mientras los primeros esperan que el paso dado por el Registro de la Propiedad pueda llevar al Principado a rectificar su negativa, o que, en caso contrario, el Tribunal Superior de Justicia de Asturias (TSJA) le obligue a hacerlo, los segundos ven «poco probable que se separe -el TSJA- de su anterior doctrina, pues el acto sujeto a inscripción es el mismo».

Se refiere el abogado grupista a que el TSJA ya dio por buena una negativa a la baja con anterioridad, que es la resolución que fue recurrida ante el Supremo por el Centro Asturiano. Cabe recordar que la Consejería de Hacienda y Administraciones Públicas del Principado denegó ya por dos veces dar de baja al Centro Asturiano en su Registro de Asociaciones.

La primera solicitud del Centro Asturiano se fundamentó en una «disolución sin liquidación» por «fusión por absorción» con el Grupo. El Principado entendió, y el TSJA dio posteriormente por bueno, que no procedía registrar la baja porque no se produjo disolución y liquidación, ni se acompañó la documentación legalmente exigible para justificarlo. La disconformidad del Centro Asturiano, que defiende que sus estatutos vigentes posibilitan una fusión sin liquidación, propició el recurso ante el Supremo que está en marcha.

Expedir carnés

Pero mientras ese contencioso se agota, el Centro Asturiano volvió a pedir su baja en el Registro de Asociaciones, esta vez por «cambio de su régimen jurídico», ya que al fusionarse con el Grupo pasaría a regirse por otra normativa, como sociedad deportiva que es el Grupo. De hecho, el registro de Asociaciones lo lleva la Consejería de Hacienda y Administraciones Públicas, mientras que el de entidades deportivas, la de Educación, Cultura y Deporte. El Principado volvió a rechazar la petición en decisión controvertida porque sus propios servicios jurídicos propusieron lo contrario, al considerar que el mismo hecho ya había sido juzgado, no sólo por la Administración sino también por el TSJA.

Contra esa segunda denegación prepara el Centro Asturiano nuevo recurso ante el TSJA, sin perjuicio del ya citado procedimiento ante el Supremo por la primera negativa, y por eso el abogado del Grupo augura que el TSJA mantendrá «su anterior doctrina».

Ayer, Marco Antonio Tuñón, representante del Centro Asturiano, auguraba, nada sorprendido por la posición grupista tras la novedad registral, que «el tiempo pondrá a cada uno en su sitio». Algunos de sus socios anunciaron ya, tras la asamblea de anteayer, que requerirán la próxima semana al Grupo Covadonga que expida sus nuevos carnés, ya que consideran que la contraprestación de entrega patrimonial se ha producido y el Grupo «ya no puede aducir que entra nadie sin aportar nada».

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