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Cerámicas para evitar catástrofes

Cerámicas para evitar catástrofes

El Colegio Jovellanos presenta diez piezas de principios del siglo XX restauradas centradas en la seguridad e higiene en el trabajo

A. VILLACORTA

Jueves, 2 de octubre 2014, 00:19

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«No dejes de acudir al médico para que cure tus lesiones o tus enfermedades por leves o benignas que te parezcan». Consejos tan útiles y tan vigentes como ese aparecen en las diez cerámicas de principios del siglo XX que pudieron ser salvadas de la piqueta cuando se acometieron las obras de reforma del gran colegio del centro de Gijón y que ayer fueron presentadas en sociedad en el Jovellanos.

El acto reunió a la alcaldesa, Carmen Moriyón, y al edil de Educación y Cultura, Carlos Rubiera, con el director del centro, Mario Suárez del Fueyo, hoy la cara visible de la formación Podemos en la ciudad y uno de los grandes impulsores de la recuperación de esta decena de piezas policromadas con un tema en común: la seguridad y la higiene en el trabajo. Y, junto a las autoridades, estuvieron miembros de la Asociación de Padres de Alumnos, así como el autor de los trabajos de restauración, Guillermo Lago Lougido.

¿Pero qué se sabe de estas coloristas piezas? Formaban parte de los elementos decorativos del edificio histórico del Colegio Jovellanos de la calle de la Merced que fue inaugurado en 1911 y destinado a escuela industrial y que fueron fabricadas en Cerámicas Mensaque Rodríguez y Cía de Sevilla, tal y como aparece en la base de cada una de ellas, al igual que también está escrito que fueron donadas por Emilio Manso Capetillo.

Así, según los expertos, «se puede deducir que son del año 1925 o siguientes, ya que en entonces fue nombrado delegado regio para la escuela industrial e inspector delegado de la 9ª zona (Asturias, Galicia y León) para la Formación Profesional». Hasta ahí, la historia, porque en el futuro, dicen en el Jovellanos, cumplirán dos objetivos, además del puramente estético: «Que el colegio recupere una imagen de su historia con más de un siglo de contribución a la educación y formación de los jóvenes gijoneses y que la ciudad recuerde cómo su carácter industrioso y emprendedor fue construyendo el Gijón actual».

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