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Mario Suárez, portavoz de Podemos en Gijón; Luis Alfredo Fernández, presidente del Comité de Empresa de El Musel; Miguel Ángel Llana, coordinador del debate; José Antonio Madiedo, capitán de la Marina Mercante, y el periodista Xuan Cándano.
LDLines: «La autopista del mar es viable, pero no sin subvenciones»

LDLines: «La autopista del mar es viable, pero no sin subvenciones»

Rosa Aza achaca a la naviera que el coste del barco superó lo previsto así como una deficiente comercialización del servicio en Francia

Nacho Prieto

Jueves, 23 de octubre 2014, 00:13

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El representante en España de la naviera que comercializó durante cuatro años la autopista del mar Gijón-Saint Nazaire, Carlo Tamagni, dijo ayer, durante el debate organizado por la Asociación Española de la Marina Civil y por la asociación Asturbulla, que esa línea «es viable, pero no sin subvenciones», porque «probablemente si los transportistas tuvieran que pagar los 800 euros por pasaje que habría que cobrar para cubrir los costes de explotación, ninguno se subiría al barco». La presidenta de la Autoridad Portuaria de Gijón, Rosa Aza, discrepó sobre las condiciones necesarias para rentabilizar la conexión desaparecida hace ya más de un mes y achacó a la naviera que el coste del barco superó lo previsto y que, si en Francia se hubiera realizado la misma comercialización que la línea tuvo en España, «probablemente las cosas hubieran sido de otra manera».

Tamagni lamentó que no se haya entendido bien el servicio que LDLines quiso proporcionar entre Gijón y Saint-Nazaire, en el sentido de que no se creó una línea para mover carga rodada, sino «una herramienta al servicio de los transportistas». Tras afirmar que «ahora se llama autopista del mar a cualquier cosa», Tamagni indicó que no es lo mismo explotar un barco para albergar carga acompañada, que necesita tripulación para atender a los pasajeros, que un barco que sólo mueve semirremolques, mafis (plataformas sobre las que viaja alguna carga) y vehículos nuevos. «Un ro-ro puro -(los que no tienen camarotes)- funciona con 17 ó 18 personas, pero el 'Norman Asturias' tenía 39 tripulantes, porque hubo días con 480 pasajeros a bordo que necesitan atención, porque quieren comer y dormir en una cama limpia».

El argumento salió de nuevo a relucir tras la intervención de la presidenta de la Autoridad Portuaria de Gijón, Rosa Aza, que transmitió las dudas también planteadas por Puerto del Estado en el sentido de que el proyecto aprobado y contratado preveía un coste del barco de 12.000 euros diarios, mientras que en las cuentas de LDLines figura por ese concepto la cantidad de 18.000 euros diarios. Según Tamagni, los 12.000 euros no incluían el «personal de catering», es decir, la diferencia entre los 18 y los 39 tripulantes.

Comercialización

Otra discrepancia sobre la gestión de la autopista del mar entre Tamagni y Aza se produjo sobre la comercialización en Francia. El ayer portavoz de LDLines defendió que la diferencia de ocupación entre la ruta de subida y la de sentido a Gijón se debe a que los camiones que usaron la línea para llegar, por ejemplo, a París, buscaron carga de retorno que, a lo mejor, tenía como destino Barcelona, de forma que la línea de El Musel no les servía para nada.

A ese respecto, Aza valoró la comercialización hecha en España y dijo que no hay razón para que el regreso tuviera que ser de los mismos transportistas, sino que en Francia se debía haber intentado captar, al igual que en España, flujos con destino a Gijón o su ámbito de influencia. De hecho, Aza señaló que, según los estudios de mercado, es mayor el caudal de transporte por carretera entre Francia y España que al revés.

En todo caso, lo que sí dejó claro Tamagni es que, a su juicio, tras conseguir que muchos transportistas cambiaran de mentalidad y aceptasen subir al barco, existe un caldo de cultivo que permite considerar viable una autopista del mar entre Gijón y Saint-Nazaire, es decir, que hay demanda suficiente para garantizar una ocupación importante. Pero lo que calificó como «muy complicado» es que esa demanda se mantenga si los transportistas tienen que soportar la totalidad del coste. Eso sí, Tamagni indicó que la ayuda no tiene que ser necesariamente directa a la naviera, sino que puede llegar a través del transportista, en probable referencia a lo que se ha dado en llamar ecobono.

En el debate participaron también la eurodiputada de Podemos Tania González, quien, a través de un vídeo, presentó dos preguntas a la Comisión Europea: hasta dónde está dispuesta a apoyar el transporte sostenible, y sobre si pedirá cuentas a LDLines; así como el presidente de la Asociación Española de Marina Civil, José Antonio Madiedo, quien planteó dudas sobre la falta de rentabilidad de la autopista del mar desaparecida. El presidente del Comité de Empresa de la Autoridad Portuaria de Gijón, Luis Alfredo Fernández, por su parte, confió en que la línea «esté sólo suspendida y no cierre definitivamente, porque hay que desear que a El Musel no le falten nunca los tráficos cautivos, pero también necesita tráficos nuevos, mientras que el periodista Xuan Cándano expresó sus dudas sobre si las infraestructuras en comunicaciones dinamizaron realmente la economía asturiana, porque, dijo, «la fartura de inversiones no se traduce en una mejora del transporte y en ese contexto hay que enmarcar también el problema marítimo». El debate fue seguido por cerca de un centenar de personas.

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