'El Patata' disfruta de permisos seis años después de matar a su expareja

Jesús Manuel Canteli, alias 'El Patata', ya disfruta de permisos penitenciarios, tan solo seis años después de matar a suexpareja, María de León Reyes. El gijonés fue condenado a quince años de prisión por el delito de homicidio en el juicio con jurado popular celebrado en abril de 2011 en la Sección Octava de la Audiencia Provincial. Los dos años de prisión preventiva, más los cuatro que ha cumplido con sentencia firme, han servido para llegar al tercio de la condena total y conseguir un tercer grado penitenciario. Por ese motivo, ya ha abandonado la cárcel de Mansilla de las Mulas, en León, durante varios fines de semana.

El cadáver de la que había sido su pareja durante cuatro años, una dominicana de 37 años conocida como 'Adela', fue encontrado seis días después de su desaparición en un piso de Tremañes propiedad de 'El Patata'. Había muerto estrangulada. De él no había ni rastro, pero fue detenido en Oporto (Portugal) siete meses después del crimen y extraditado a España.

El propio acusado manifestó durante la vista oral que el día de los hechos, el 31 de julio de 2008, había acudido a buscar a la víctima al mesón de la calle Roncal en el que trabajaba y juntos se habían dirigido a la vivienda de Tremañes. Allí, según su versión, tras mantener relaciones sexuales le entró un «ataque de ira y la asfixió». Él le había pedido que rompiese la relación sentimental que mantenía con otro hombre y ella se había negado. Pese a haber concluido oficialmente el noviazgo un año antes, seguían viéndose «de forma clandestina».

Hizo fotos al cadáver

'El Patata' se fugó en coche tras cometer el crimen, dejar una carta de amor junto al cadáver y acudir «a un puticlub». En su teléfono móvil los investigadores encontraron varias fotografías tomadas al cuerpo ya sin vida de la víctima.

Desde la misma noche de la desaparición, los allegados de 'Adela' apuntaron como responsable a su exnovio, ya que, tal y como señalaron en el juicio, «la seguía, la acosaba e, incluso, había llegado a amenazarla».

De hecho, los hermanos de la víctima acudieron varias veces al domicilio del sospechoso, sin encontrar respuesta. No fue hasta el momento en que los agentes del Cuerpo Nacional de Policía obtuvieron los permisos judiciales para acceder al piso, cuando se encontraron el cadáver de la mujer, encima de la cama de un dormitorio y en avanzado estado de descomposición. Las investigaciones realizadas pudieron determinar que el autor del crimen se ocultaba en Portugal.