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Los trabajadores de la Mixta entregaron 30 cajas de comida.
Mil cubiertos en los comedores sociales

Mil cubiertos en los comedores sociales

Ambas entidades ofrecerán menús especiales realizados con donaciones como la de los encerrados en la Residencia Mixta

CHELO TUYA

Miércoles, 24 de diciembre 2014, 00:17

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Mil cubiertos en 48 horas. Habrá marisco, turrón y cava. Villancicos y adornos navideños. Pero ningún comensal pagará. No tiene con qué. Los comedores sociales de la ciudad volverán a registrar su máximo aforo en Nochebuena y Navidad. Y repetirán en fin de año.

Entre hoy y mañana, en la Cocina Económica se servirán ochocientos menús, a un ritmo de 200 en cada comida y cena. En el Albergue Covadonga, el volumen será inferior, 50 en cada comida y cena, porque por su comedor solo pasan las personas que, además, se alojan en el centro. No obstante, «no se dice que no a nadie», recuerda el director de la Fundación Albergue Covadonga, Ramón Colunga.

Una máxima que también es ley para la Asociación Gijonesa de Caridad, la entidad que gestiona la Cocina Económica. La directora del centro, Sor Marisela, explica que «en principio, serán 200 comensales en cada comida y cena, pero aquí nunca podemos hacer un cálculo exacto. Daremos de comer y cenar a todo el que venga».

Además, recuerda sor Marisela que de la Cocina Económica no viven solo los transeúntes que utilizan el comedor social, el único de la ciudad, sino que «también comerán todas las personas que viven en esta casa».

Se refiere a los usuarios de la residencia de media estancia que la Cocina Económica ofrece para las personas sin recursos, así como los minipisos para familias y el gran apartamento para los internos de Villabona que salen de permiso y no tienen familia.

En total, medio centenar de personas «que viven aquí», entre las que se encuentran «varios niños, porque para utilizar las unidades familiares el requisito imprescindible es que, además de no tener recursos, tener menores a cargo».

«Superaremos los de 2013»

Aunque no sabe la cifra final de menús que dará estos días, sor Marisela sí tiene claro que «será una cifra superior a la del año pasado». Porque el cacareado fin de la crisis «no se nota aún aquí», afirma la directora de la Cocina Económica, una aseveración que comparten desde el único alojamiento de la ciudad para transeúntes.

La Fundación Albergue Covadonga anunció la pasada semana su convenio con «el resto de entidades sociales y con pensiones», para garantizar que «este año nadie duerma en la calle». Un convenio obligado debido a que las 50 plazas del albergue «están llenas. Y llevan así ya mucho tiempo». De hecho, apuntaba a que las instalaciones recibirán en 2014 más de 16.500 usos. Una cifra superior a la de 2013.

Un crecimiento protagonizado por el nuevo perfil: «El de personas que tenían una vida normalizada. Llegan, también, familias y, sobre todo, muchos jóvenes», apuntaba Ramón Colunga.

También en ese nuevo perfil coincide sor Marisela. «En esta casa pasan muchas personas. Hay mucho joven y, sobre todo, familias. Las cuatro unidades para ellas están saturadas. La lista de espera es continua y casi no nos da tiempo a acondicionar el apartamento entre que una sale y otra familia entra».

Sin regalo de cumpleaños

No obstante, ambas entidades quieren enviar un mensaje positivo. «Son fechas complicadas, pero la solidaridad es muy alta. Mucho más que en otros momentos». Sor Marisela afirma que, en estos días, «son muchísimas las personas que vienen a diario a entregarnos algo, lo que sea». Emocionada, recuerda a una niña pequeña. «Llegó con sus padres, pero era ella la que quería venir y de quien partió la idea. Vino y nos dio el dinero que había recaudado en su cumpleaños. Les había dicho a todos que no quería regalos. Que quería dinero para traerlo a la Cocina Económica.

Como los trabajadores de la Residencia Mixta de Pumarín, el mayor geriátrico público de la región. La plantilla mantiene un encierro desde mayo pasado, cuando la Consejería de Bienestar Social y Vivienda decidió privatizar las plazas dejadas vacantes por la jubilación de empleados. Desde su encierro, han llevado a cabo una recolecta de alimentos. Hasta 30 cajas fueron donadas ayer a la Cocina Económica y al Banco de Alimentos.

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