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Tita Caravera, en el local de la asociación de vecinos de La Arena, que también preside.
«Nuestros políticos nos oyen, pero parece que no saben escuchar»

«Nuestros políticos nos oyen, pero parece que no saben escuchar»

«Peatonalizar la zona centro sin contar con los vecinos fue un error», señala Caravera, quien pide a los Reyes Magos «una estación intermodal»

LUCÍA RAMOS

Sábado, 27 de diciembre 2014, 00:13

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Con centenares de manifestaciones, recogidas de firmas y todo tipo de acciones reivindicativas a sus espaldas, la Federación de Asociaciones de Vecinos (FAV) de la zona urbana es un buen ejemplo de lo que puede lograr la lucha vecinal. Hace unos días, en plena celebración de sus bodas de plata, la entidad se enteraba de que el Pleno del Ayuntamiento aprobó que se les concediera una Medalla de Plata de Gijón. Su presidenta, Tita Caravera, hace un repaso de los frentes que la FAV tiene abiertos en la actualidad y anima a los políticos a que escuchen un poco más las peticiones de los ciudadanos.

Enhorabuena, ¿se lo esperaban?

Lo cierto es que no esperábamos algo así, pero obtener un reconocimiento siempre es bueno. Más aún si se trata de algo tan importante como la Medalla de Plata de Gijón. Eso sí, creo que la merecemos. Son muchos años de trabajo, tanto de la federación como de las asociaciones de vecinos y creo que era hora de que hubiese un reconocimiento al movimiento vecinal.

Recibieron la noticia en plena celebración de su 25 aniversario.

Sí, y tanto los miembros de las asociaciones como los integrantes de la junta ejecutiva de la FAV estamos encantados. Normalmente recibimos palos y críticas, así que no está mal recibir por una vez un premio que nos dé ánimos para seguir. La celebración, además, fue todo un éxito de asistencia. El primer día fue entrañable, con el recorrido por los 25 años con los antiguos presidentes. Pudimos comprobar todas las cosas que se hicieron y lograron.

¿Perdió la federación el espíritu luchador de sus primeros años?

No. Yo creo que seguimos siendo peleones. Afortunadamente, hoy en día Gijón ya está dotada de servicios: cuenta con una buena red de equipamientos deportivos y culturales, centros de salud, colegios, institutos. Esto, en lo que jugó un papel importante el movimiento vecinal, está prácticamente hecho. Pero seguimos teniendo que reivindicar otras cosas, como la salud del aire o el bienestar de las personas.

En su día lograron la apertura de una unidad de radioterapia en Jove o un servicio de Hemodinámica en Cabueñes, ¿cómo ve los retos a los que se enfrentan hoy?

El principal es el de la contaminación, que afecta a la ciudad entera, no sólo a la zona oeste. Ahí creo que lograremos una mejoría, pues ya se constituyó una comisión para el estudio del aire en el Principado. Espero que cuando pasen las fiestas se reúna y podamos mejorar la situación entre todos. Erradicarlo es más difícil, pues sabemos que la gente que reside en la zona vive en un polvorín, rodeados de contaminación y de empresas, pero deberíamos, al menos, poder mejorar su calidad de vida.

¿Qué pasa con el 'solarón'?

Esto lo veo más duro. Recientemente supimos que ya se van a poner a la venta los terrenos, pero esto no nos dice nada. Lo que se saque sólo dará para pagar las deudas de Gijón al Norte y lo que no vamos a hacer es empezar a construir una estación a 'cachinos'. Espero que para el próximo año, con la proximidad de las elecciones, nos manden algún regalo de Reyes desde Madrid. Lo primero sería poner plazos y presupuesto a esta obra porque si no, no arranca. Y si esto no arranca, tampoco lo hará la estación intermodal que llevamos años pidiendo. Gijón es la única ciudad de más de 50.000 habitantes que no tiene estación de autobús, pues la que hay es de una empresa y además está cochambrosa.

¿Y con la peatonalización del centro?

Se logró, al menos, paralizar el proyecto de Marqués de San Esteban. Lo demás parece que no tiene remedio, pues ya lo están haciendo. En el movimiento vecinal siempre hablamos de pacificar la ciudad, de peatonalizar zonas y demás, pero antes hay que consultar a vecinos y comerciantes. Hay que explicar a la gente los problemas que pueden surgir. Peatonalizar esta zona sin contar con los vecinos fue un fallo.

¿Se sienten escuchados?

Somos recibidos y oídos, pero escuchados creo que no. Nuestros políticos nos oyen, pero parece que no saben escuchar.

¿Cómo fue la relación de la FAV con los diferentes equipos de gobierno de la ciudad?

A nosotros fue a los únicos que nos tocó lidiar con uno nuevo. El tema de la participación, Foro parece que no lo terminó de entender bien. Es cierto que con lo del PGO dieron la oportunidad de participar, pero en otros planes, como el de terrazas o la ordenanza de convivencia, presentamos numerosas alegaciones y propuestas y no se recogió ninguna. Sólo podemos esperar a ver qué pasa de aquí en adelante.

Los últimos años de la FAV estuvieron caracterizados por su división interna, ¿ha cambiado algo la situación?

No. Hay gente que en determinado momento decidió apartarse de la FAV y así siguen. Saben que tienen la puerta abierta para cuando quieran. Más de la mitad de las asociaciones que conforman la federación participa activamente, lo cual es una buena cifra, aunque lo ideal sería que lo hiciéramos todos, pues no hay que olvidar que no trabajamos sólo para los asociados, sino para todos los ciudadanos. Las instituciones, y la FAV lo es, tienen que estar por encima de las personas, aunque hay gente que no lo entiende así.

¿Cómo se plantea el futuro?

Bueno, a la actual ejecutiva nos queda algo más de un año. Luego ya veremos qué pasa. De momento hay unas elecciones por el medio que tienen una gran importancia para la ciudad y para el movimiento vecinal. Si cambia el gobierno, trabajaremos con él, y si sigue éste, lo mismo, porque tenemos claro que nosotros no somos oposición. La oposición se hace en el Ayuntamiento, nosotros reivindicamos y protestamos cuando no nos hacen caso, que no es siempre, hay que reconocerlo.

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