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Vista general de la finca del Centro Asturiano en Mareo.
Socios del Centro Asturiano estudian recurrir para anular las asambleas del Grupo

Socios del Centro Asturiano estudian recurrir para anular las asambleas del Grupo

Marco Antonio Tuñón dice que firmó la cláusula suspensiva de la fusión que anuló la Audiencia «por buena fe» y que se siente «engañado»

N. PRIETO

Viernes, 24 de abril 2015, 01:11

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La directiva grupista duda si recurrir la sentencia de la Audiencia Provincial que consagra la fusión del club de Las Mestas con el Centro Asturiano de La Habana, pero, aunque pueda parecer sorprendente, los socios de esa última entidad que promovieron el pleito, también, según aseguró a este periódico el abogado que llevó el caso, José María López-Urrutia. La razón es que, aunque el fallo reconoce su derecho a utilizar todas las instalaciones del Grupo y a participar en las mismas condiciones que los demás socios, ha desestimado su petición de que se anulen las asambleas celebradas por el Grupo desde junio de 2011, a las que no fueron convocados.

Lo que sí está más decidido, según indicó el mismo letrado, es que el conflicto seguirá teniendo una vertiente judicial, porque habrá reclamación de daños y perjuicios contra Enrique Tamargo y contra los responsables de que el Principado no aceptase la baja del Centro Asturiano en el Registro de Asociaciones, a los que López Urrutia acusa de efectuar un «desvío de poder» por una «actuación administrativa distinta a las funciones encomendadas».

Gabriel Pérez, socio del Centro Asturiano que encabezó la demanda presentada por un total de 227, aseguró que Tamargo debería dimitir y se mostró partidario de «mantener todos los juicios abiertos». También manifestó su intención de «pedir responsabilidades, en la primera asamblea que convoque el Grupo, hasta por el último euro gastado o perdido en este proceso», que cifró en «un millón, como mínimo».

Por su parte, Marco Antonio Tuñón, que firmó la escritura de fusión como presidente del Centro Asturiano, considera que está a punto de finalizar una larga lucha, porque «la sentencia es positiva al cien por cien», y asegura que firmó la polémica cláusula suspensiva «por buena fe, a petición del Grupo, para dar tiempo a seguir los pasos necesarios, entregar los carnés, etcétera. Nosotros tenemos la buena fe demostrada; el Grupo, no, porque a partir de ese momento hizo todo lo posible para que no se realizasen los registros». En todo caso, Tuñón hizo hincapié en que sus reproches no están dirigidos contra el Grupo, «que es un club que me merece el máximo respeto, sino contra su directiva».

Tuñón lamenta «el daño que se hizo a los socios del Centro Asturiano». También indicó que «las pasamos muy apretadas para continuar con el día a día sin poner en peligro la estabilidad económica, pero tenía la obligación, como último presidente del Centro Asturiano, de no dejar abandonadas sus instalaciones». Según Marco Antonio Tuñón, «mi función se ajustó a lo que el Grupo me encomendó, seguir el día a día sin tomar decisiones que hicieran peligrar la tesorería».

Por su parte, Felipe Aller, socio del Grupo que impugnó la asamblea que en 2006 aprobó la fusión, pide a Enrique Tamargo que recurra al Tribunal Supremo.

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