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Subasta de pescado en la rula de Gijón.
LonjaGijón garantiza el cobro a todos los barcos que vendan en su rula

LonjaGijón garantiza el cobro a todos los barcos que vendan en su rula

«No estoy preocupada», dice la presidenta de la entidad sobre la inspección de las cuentas realizada por Hacienda

N. PRIETO

Sábado, 9 de mayo 2015, 01:15

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La presidenta de la Autoridad Portuaria de Gijón y de la sociedad que gestiona las subastas de pescado en primera venta en los muelles del Rendiello, LonjaGijón-Musel, aseguró en declaraciones a la prensa asturiana que la citada empresa está en disposición de garantizar el cobro de la mercancía a todos los barcos que subasten sus capturas en El Musel.

Los problemas financieros surgidos a raíz de producirse un importante impagado han sido solucionados, según Rosa Aza, con la renegociación de la deuda a corto plazo, de manera que «queda garantizado que los barcos van cobrar y en tiempo».

Aza destacó que, de hecho, LonjaGijón-Musel financia a los pescadores, ya que paga a sus proveedores antes de lo que cobra a sus clientes.

Con vistas a la nueva gestión de LonjaGijón-Musel, tras el relevo de quien hasta ahora fue su primer y único gerente, Francisco Javier Puebla, por Simón Arrizado, Rosa Aza indicó que «el objetivo de la rula es que haga el servicio que tiene que hacer. No se trata de obtener beneficios, sino de prestar un servicio a la pesca».

Curiosamente, tan desinteresado cometido puede causar problemas, como la inspección de Hacienda que a finales de 2014 requirió toda la contabilidad de los últimos años. «No estoy preocupada, dijo a ese respecto la presidenta de LonjaGijón-Musel. Se dio acceso inmediato a todo lo que pidieron y desde el pasado noviembre no volvimos a tener noticias de nada, aunque estas cosas suelen tardar un tiempo».

Aza enmarcó la inspección en el contexto de que se produjeron otras similares en distintos puertos españoles, entre ellos el también asturiano de Avilés, y no en alguna sospecha o denuncia concreta de irregularidad.

Con una mala costera del bonito, un impagado relevante y una inspección fiscal que no parece que de momento haya quedado cerrada, 2014 no fue un buen año para la rula gijonesa.

Para éste, Rosa Aza confía en que las descargas de bonito aumenten y alcancen el millón de kilos, ya que se trata de una pesquería que proporciona un porcentaje muy importante de los ingresos obtenidos durante todo el año por la empresa, de mayoría pública, aunque cuenta también con capital privado en su accionariado.

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