«Nos reunimos para recordar, no para celebrar»

Luchadoras. Ese es el mejor adjetivo que describe a las que un día fueron trabajadoras de la fábrica Confecciones Gijón, más conocida como IKE, la cual llegó a emplear a casi 700 personas (el 80% mujeres). Cuando los problemas económicos hicieron peligrar los más de doscientos puestos de trabajo, no dudaron en salir a la calle desde el primer momento para impedirlo. Al final tanto esfuerzo fue en vano y el 15 de junio se cumplirán 25 años del cierre. «Hace un tiempo que venimos acariciando la idea de juntarnos no para celebrar, sino para recordar que en 1990 nos cerraron la fábrica», afirmó Ana García en la asamblea celebrada ayer en los locales de la Unión Sindical de Trabajadores, donde debatieron los últimos preparativos de las actividades conmemorativas.

Para rememorar una fecha tan importante para ellas, del 1 al 16 de junio se expondrá, en el segundo piso del Antiguo Instituto, una muestra fotográfica. Instantáneas que captan parte de la historia de la ciudad. Recuerdos que, a pesar del tiempo pasado, siguen estando muy presentes en la memoria de sus protagonistas. «Mis sobrinas aún se acuerdan de todo», reconoció Bernardina Santos: las cenas de empresa en el Savannah, la cabalgata de reyes, la celebración de los cumpleaños de sus hijos o un equipo de fútbol femenino «muy potente». También las revueltas, el encierro y «los palos». «Vivimos momentos muy duros, pero el conflicto de IKE ha permanecido vivo con el paso de los años», declaró García.

Imágenes históricas

Para esa exposición cuentan actualmente con más de cien fotografías, aunque ayer pidieron durante la asamblea a todas las presentes que aportasen todo el material fotográfico del que dispongan. La muestra culminará el martes 16 de junio con un coloquio. En él pretenden hacer un repaso por los últimos meses de la empresa, los más duros y más difíciles. Los de las revueltas y las reivindicaciones para no perder sus puestos de trabajo. En la mesa, aún pendiente de confirmar a todos los participantes, estará una representante de estas extrabajadoras además del psiquiatra Guillermo Rendueles, quien hablará de las consecuencias que tuvieron en las protagonistas unos meses tan intensos.

Han sido veinticinco años en los que cada una de ellas ha seguido con su vida. Algunas han logrado mantener el contacto y la amistad, a otras les han perdido la pista y por desgracia no todas siguen con vida. Por ello, aprovechando esta ocasión van a realizar una cena, en la que poder reunirse y ponerse al día. Será en el Savannah, donde en los últimos años de actividad celebraron las cenas de Confecciones Gijón. La relación y el boca a boca les ha permitido contactar con un gran número de trabajadoras, pero les sigue faltando encontrar a muchas compañeras.

Ese mismo día esperan proyectar también un vídeo con imágenes de aquella época, entrevistas personales recordando esos momentos y algunas tomas grabadas durante el encuentro de ayer. Esperan también poder proyectarlo durante la Semana Negra, aunque eso todavía está por confirmar.

«Nos dejaron tiradas»

La asamblea en la sede de USO sirvió también para recordar alguno de esos momentos vividos hace ya 25 años. «Con el proyecto tan grande que tenían... Nos dieron hasta cursos de formación, cuando ya estábamos más que formadas. Y nos dejaron tiradas. Los terrenos al final quedaron para los trabajadores vascos y menos mal que no se quedaron con la fábrica», recordó Berdardina Santos. «Pensaban que salíamos a la calle por hobby», añadió.

Meses difíciles aunque, según la protagonistas de entonces, nada comparado con lo que se está viviendo ahora. «Nosotras no conocíamos la eventualidad y es verdad que lo pasamos muy mal, pero ahora los jóvenes ni siquiera saben lo que es el trabajo», lamentó Charo López.