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Una caja de bocarte lista para la venta para consumo en fresco en una pescadería de Gijón.
El bocarte traspasa el Pajares

El bocarte traspasa el Pajares

La abundancia de pescado apenas aumenta el consumo en fresco en la región

Nacho Prieto

Viernes, 5 de junio 2015, 00:13

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Los mayoristas aprovechan la abundancia de bocarte de los últimos días para distribuir el producto para su consumo en fresco en pescaderías de fuera de Asturias, pero mejor en un radio de acción no demasiado grande. «Es un pescado que conviene que sea para el día», aseguró ayer a EL COMERCIO Rumualdo Campillo, quien admite que la abundancia de pescado aumentó su trabajo y su facturación, con la singularidad de que un 80% de la mercancía está des tinado a fábricas.

Por otra parte, las subastas realizadas en Gijón durante la última semana atrajeron a conserveras no sólo de la Cornisa Cantábrica, sino también de toda España y alguna extranjera. Se da el caso de una fábrica italiana que suele abastecerse a través de un mayorista vasco, pero que en esta ocasión envió a su propio representante para elegir personalmente las partidas que le interesaban. Marruecos es también un destino frecuente, porque tiene industrias que aprovechan una mano de obra más barata que en España.

Sin embargo, los pescaderos de la región apenas han notado un incremento del consumo, «porque muchos clientes tienen la costumbre de llevar medio kilo y vienen ya con esa idea fija», explicó Santiago Vaquero, de Pescados Geli, «orgulloso y emocionado de ver la rula como estaba estos días». En su establecimiento, el bocarte se vendió ayer a 9,8 y 10,8 euros el kilo, porque, aunque en rula llega a los 14 euros, «por encima de los 40 granos por kilo, el precio baja».

Álvaro Fernández, de Pescados Cholo, nota que noticias como la publicada ayer en EL COMERCIO elevan algo la demanda, pero argumenta que «el ama de casa no va a poner bocarte más de un par de veces por semana. Las piezas de tamaño medio, «que son las preferidas para consumo en fresco, se rulan entre 5 y 6 euros por kilo, de forma que llegan al consumidor a 8 o 9 euros, dos euros menos de lo normal».

Huyendo de la xarda

Propietario de la pescadería Llastres, Bernardino Batalla coincide con sus colegas en la percepción de un incremento de la demanda que «no se nota mucho» y en el abaratamiento de un par de euros por kilo como consecuencia del incremento de la oferta. Batalla, con experiencia como pescador, achaca la abundancia a que el bocarte de mayor tamaño llegó a aguas asturianas «calado» para salvaguardarse de la xarda.

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