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Foto de familia con los profesores jubilados que asistieron al homenaje en el Antiguo Instituto.
Tributo a 38 «pilares de  la educación» gijonesa

Tributo a 38 «pilares de la educación» gijonesa

El Ayuntamiento rindió homenaje a los docentes de Primaria y Secundaria que se jubilaron este año con un entrañable acto en el Antiguo Instituto

L. RAMOS

Miércoles, 1 de julio 2015, 00:31

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«Liderar grupos más heterogéneos que nunca con maestría. Sacar adelante proyectos originales, innovadores, divertidos y pedagógicos al mismo tiempo. Convertir el reciclaje en una meta común de cientos de alumnos. Hacer de la igualdad un objetivo compartido. Lograr que convivan nacionalidades y culturas, y hacer de ello un aprendizaje continuo. Conseguir que, incluso, los más pequeños se puedan sentir escritores...». Todo eso, y mucho más, es lo que hacen nuestros docentes, nuestros maestros y 'profes'.

Treinta y ocho de estos «pilares de la educación y la vida de cientos de personas», como los calificó ayer la periodista de EL COMERCIO Olga Esteban, impartieron este curso 2014-2015 sus últimas clases y el Ayuntamiento de Gijón quiso agradecer su labor durante tantos años con un homenaje en el Antiguo Instituto organizado por el director de programas de la Fundación Municipal de Cultura, Marcelino Martínez.

«Enseñar al que no sabe no es sólo una obligación ética, es el principio que hace posible la evolución racional del hombre», señaló, en nombre de todos los homenajeados, el profesor recién jubilado Luciano Maldonado. El docente resaltó la importancia que tiene la educación poniendo como ejemplo a los humildes poblados africanos que, pese a su pobreza, levantan «rudimentarias escuelas con troncos como bancos y un palo con el que escribir letras y números en el suelo». Madonado recordó también a Malala, «la niña pakistaní que osó desafiar a la ignorancia criminal de los talibanes e ir al colegio» y al Gobierno de Nepal, «que apenas ocho días después del terrible terremoto procuró abrir los colegios disponibles, consciente de que no atender a la enseñanza sería un cataclismo hipotecador para el futuro».

Esteban, por su parte, pidió disculpas a los presentes, en nombre de la sociedad, «por estar tan enferma que no cuida de sus médicos ni sus maestros. Por cargaros de toda la responsabilidad de un fracaso que no es, ni mucho menos, un fracaso de las aulas o al menos que no es solo de las aulas. Por congelaros o bajaros el sueldo a la vez que os aumenta las responsabilidades y las exigencias...». Pese a todas estas trabas, agregó, los homenajeados y sus compañeros cumplieron su deber con excelencia. «Los pilares están puestos. Ahora, otros deben seguir construyendo el edificio», concluyó.

La concejala de Educación, Montserrat López, fue la encargada de cerrar el acto, y lo hizo invitando a sus colegas a «contemplar con orgullo y satisfacción el trabajo bien hecho. Os debemos una ciudad más abierta, más justa, más libre y solidaria, pues son los valores de la enseñanza democrática que habéis sabido transmitir», agregó antes de hacer entrega de unos diplomas a los asistentes.

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