Borrar
Alejandro Cuesta, en 2006.
Poeta, literato y gran conversador

Poeta, literato y gran conversador

El gijonés Alejandro Cuesta, autor de 'La memoria indeleble', fallece a los 70 años

Adrián Ausin

Jueves, 23 de julio 2015, 00:16

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

«Me gusta el aire misterioso de Tagore, el vuelo poético de Neruda, también tengo influencias de Cernuda y me siento muy cercano a Pepe Hierro en cuanto a la temática social». Así se autodefinía Alejandro Cuesta Fernández (Gijón, 1944-2015) en una entrevista publicada en EL COMERCIO en 2006. Sin embargo, por encima de todo, de su única obra publicada en prosa y de sus numerosos versos, Cuesta fue «un entusiasta de la literatura y la cultura, un hombre culto en el amplio sentido de la palabra, muy extrovertido y un extraordinario conversador».

Quien le recuerda, Chema Castañón, de la Librería Paradiso, disfrutó de todas esas virtudes en primera persona. Así hasta que el pasado lunes, ese gran amante de la literatura que fue Alejandro Cuesta falleciese a los 70 años. De su obra, Castañón resalta especialmente la novela corta 'La memoria indeleble', publicada en 1986 en los Cuadernos Cálamo-Gesto que, además de unos tintes autobiográficos que el autor rehuía, tuvo cierta repercusión al estar ambientada en Gijón en una época en la que no abundaban obras que tuvieran como escenario la villa de Jovellanos. Escribió Cuesta más obra en prosa, pero solo vería la luz la plaquette 'Torres de amor y sangre'.

Sus relatos y sus versos llegarían algo más lejos. Con los primeros fue finalista en certámenes como el del diario 'Hierro' de Bilbao (1968), el Nacional de Benidorm (1972) o el Internacional de Valladolid (1976). Con los segundos logró un accésit en el Premio de Poesía Bajarí de Palma de Mallorca (1980), ganó el Fortuna Balnearia del Ateneo Obrero de Gijón (1986) y consiguió otro accésit en el Premio de Poesía de USO (1998). También sería finalista en el Premio de Novela Casino de Mieres (1992), el Premio de Novela de Cáceres (1998), el Concurso de Relatos Edisena de Requena (1998) o el Concurso de Relatos Cortos Clarín de Quintes (2003).

La literatura era su pasión. Sin embargo, no se circunscribió a ella. Alejandro Cuesta, licenciado en Filosofía y Letras, en la rama Historia, por la Universidad de Oviedo, se ganó la vida como administrativo en un astillero gijonés. Además de su producción en prosa y verso, tuvo también en el cine otra de sus pasiones. De hecho, asumió el capítulo destinado al séptimo arte en el libro colectivo titulado 'Gijón: la ciudad de la imagen. Cine, cómic y teatro', editado en 2001 por la Gran Enciclopedia Asturiana. Colaboró, asimismo, en EL COMERCIO en los años 90 con reseñas literarias; así como en otras publicaciones especializadas tales como 'Historia y Vida', editada en Barcelona; o 'Cuenta y Razón' y el álbum 'Letras y Artes', ambas en Madrid.

Primeros recitales poéticos

Esta larga trayectoria tomó como punto de partida allá por 1968, cuando contaba apenas 24 años, su participación en el Club Les Madreñes de la calle Ruiz Gómez, donde dio uno de los primeros recitales para dar a conocer sus versos. Después tomó parte en la actividad de grupos teatrales y poéticos, como Gesto, y aún en 2004 protagonizó los Encuentros Poéticos del Antiguo Instituto, donde fue presentado por Nacho González.

«Se puede decir que me asiento en varios pilares», reconocía a EL COMERCIO en aquella entrevista de 2006. Ahora bien, su mayor interés, anotaba, «es la poesía argumental, de temática social, con tintes de actualidad». «Puede que sea la más difícil, pero es la que me llena», apostilló entonces este gijonés que vivió cautivado por todas las salsas de la literatura.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios