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Arranca el sexto hospital de Gijón

Arranca el sexto hospital de Gijón

El Instituto Gerontológico Astur inicia la reforma del antiguo Hotel León que acabará en 2016

CHELO TUYA

Lunes, 17 de agosto 2015, 00:38

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Ya no abrirá como hotel, pero el sello del León seguirá marcándolo. No solo porque lo llevará en el nombre, Centro Sociosanitario Residencial León, sino porque en su esqueleto, la distribución tendrá una clara forma de 'h'. Una letra que no solo recordará a su pasado, sino que marcará su futuro, pues el equipamiento que ocupará el esqueleto del desaparecido hotel de dos estrellas tendrá vocación hospitalaria. Será el primer centro sociosanitario de Gijón, el único con licencia sanitaria y habilitado para, en caso de necesidad, instalar quirófanos.

LA DISTRIBUCIÓN

  • Planta baja.

  • Recepción, cocina, cafetería (sin acceso exterior), policlínico con consultas de Cardiología y Medicina General, así como sala de reconocimiento con ecografía.

  • Primera.

  • Administración, zona de terapia, botiquín, servicio médico de la residencia. Habitaciones.

  • Segunda a sexta.

  • Cada planta es una residencia en sí misma con habitaciones, salón de estar (en la zona acristalada) y comedor. En total, 112 habitaciones (83 individuales) con capacidad para 141 personas.

  • Séptima.

  • Terraza de 50 metros cuadrados cubierta, sala de análisis, de bioquímica y zona de descanso para el personal.

  • Octava.

  • Azotea, servicios comunes, área de mantenimiento y placas solares.

Tras los de Cabueñes, Jove, Cruz Roja, Begoña y Covadonga, la construcción del sexto hospital de la ciudad comienza hoy. Unos trabajos que darán como resultado un interior completamente reformado tras una fachada que se respeta, aunque contará con nuevos elementos. Su apertura está previsto para el próximo año, porque el objetivo de la propiedad es «concluir los trabajos cuanto antes».

Así lo aseguró a EL COMERCIO José Luis Campos, gerente del Instituto Gerontológico Astur, el grupo asturiano que adquirió el edificio tras la quiebra de la explotación hotelera. Una quiebra que ocupó titulares durante casi un año, ya que la plantilla, conocidos hoy como los 'P-leones', se encerró en el hotel.

Fueron meses de negociación con Liberbank, que se hizo con el edificio al no poder pagar la hipoteca los hermanos Tascón. Meses en los que al banco no parecían gustarle ninguna de las propuestas que se le ponían en la mesa. Tanto que, cuando la amenaza de tapiar el edificio parecía inminente, los Campos, José Ramón y José Luis, padre e hijo, pusieron sobre la mesa los dos millones que pedía la entidad crediticia.

Un acuerdo que suponía más que un desembolso económico. «Absorberemos a toda la plantilla», anunció José Ramón Campos en aquel momento, frase que hoy repite su hijo. «La plantilla se integrará en el nuevo equipamiento. De hecho, muchos ya están trabajando en las empresas del grupo».

José Luis Campos recuerda que es ese compromiso con la plantilla «el que ha acelerado este proyecto. Con ningún otro hubiéramos trabajado tan rápido. Pero esas personas están en el paro y el tiempo pasa. Queremos que la obra esté acabada en 2016. Cuanto antes, mejor».

No obstante, el redactor del proyecto de la reforma, el arquitecto gijonés Pablo Fernández, advierte: «Es un edificio muy complejo. Va por encima de la reglamentación exigida para centro sanitario, del que tiene licencia, y eso, en un edificio ya construido, no se había hecho nunca».

112 habitaciones

Lo dice porque el Hotel León, que cerró con 156 habitaciones en febrero de 2014, abrirá en algún momento de 2016 como primer centro sociosanitario de Gijón. Casi, el sexto hospital de la ciudad, porque solo la ausencia de quirófanos le diferenciará de dispositivos como Cabueñes, Cruz Roja o Jove. «Unos quirófanos que pueden ponerse cuando sean necesarios, porque el edificio está preparado para ello», señala el arquitecto.

Y eso es lo que no se había hecho nunca. «Convertir en casi un hospital a un edificio ya construido y con un uso muy diferente». Tanto que el interior del Hotel León desaparecerá, para reorganizar los sistemas de evacuación y emergencia. «Los más exigentes de la normativa».

Esa cualidad de centro sanitario le distingue «de otras ofertas». José Luis Campos resalta que será el primer equipamiento de ese tipo en la ciudad. «Ningún otro tiene licencia sanitaria, ni cualidad de centro sociosanitario. No es un geriátrico. Será un centro sanitario al que podrán acudir personas de todas las edades. Tendrá servicio médico 24 horas».

Uno para los usuarios residentes, pero también habrá otro servicio médico para los usuarios externos. El centro contará, tal y como adelantó EL COMERCIO, con un policlínico «con consultas de Cardiología y Medicina General, a las que se sumarán otras», recordó José Luis Campos. Área de ecografía, de terapia, de rehabilitación, «estamos trabajando con aseguradoras sanitarias, para que los médicos que quieran presten servicio en nuestras consultas», señaló el gerente del Instituto Gerontológico Astur.

56 empleos fijos

Unas obras que costarán casi tres millones de euros, por lo que el nuevo edificio supondrá un desembolso de cinco. Un precio al que hay que sumar la plantilla. Los cálculos iniciales hablan de 56 trabajadores en plantilla, más el personal médico y el de cafetería.

Un servicio que no tendrá, como estaba previsto inicialmente, «acceso desde el exterior». La cafetería podrá ser utilizada por el público, «pero la entrada estará desde recepción, como en otros equipamientos sanitarios».

En total, la reforma será del 40% del actual inmueble, «aunque el aspecto cambiará totalmente», apunta el arquitecto. Fue él quien aconsejó a los nuevos propietarios «mantener la fachada». Lo hizo tras observar, explica, «que está perfecta. Es un edificio de estilo racionalista, como hay otros en la misma avenida de la Costa. Solo necesita limpieza, pero es una piedra muy bonita».

Una recuperación que no significa que no habrá cambios. Las terrazas desaparecerán bajo una cortina de cristal, que ocultará las grandes salas de estar de cada planta. «Las terrazas no tienen sentido. En un edificio sanitario no están permitidas y, además, estas tan estrechas no tienen posibilidad de otro uso. Creemos que hemos hecho un cambio que gustaría al autor del proyecto original», aseguró Fernández.

Esas cristaleras serán la joya de la corona de cada planta, sobre todo de las que van de la segunda a la sexta, donde se concentran las habitaciones. «Cada planta será una residencia en sí misma. Tendrá comedor, salón y áreas comunes. Al ser un centro sanitario en altura, hemos apostado por dar la mayor comodidad a los usuarios».

Y mayor seguridad. El arquitecto reitera que «las medidas están por encima de todos los parámetros. La evacuación, las salidas de emergencia, están por duplicado y con anchuras por encima de lo exigido».

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