Borrar

Tres opciones para soterrar la estación

Se puede construir a 15 metros de profundidad, habilitar un desvío de casi un kilómetro o instalar una estación de bombeo

M. MORO

Martes, 13 de octubre 2015, 00:10

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

El diseño soterrado para la estación intermodal que ahora acepta el Ministerio de Fomento, en el nuevo emplazamiento frente al Museo del Ferrocarril, supone una ruptura con las argumentaciones técnicas que se repitieron durante una década como mantras para justificar la llegada de los trenes en superficie bajo una cubierta vegetal en Moreda.

Esas argumentaciones siempre sacaban a relucir el AVE. En tiempos de Paz Fernández Felgueroso como alcaldesa y Pedro Sanjurjo como edil de Urbanismo se explicaba que una estación término de líneas de alta velocidad, como está llamada a ser la de Gijón en algún momento, debía tener parte de sus instalaciones en superficie por imposición de los operadores ferroviarios. Se decía que Renfe y Feve, entonces aún sin fusionar, exigían que los trenes de largo recorrido y el Transcantábrico quedaran en superficie en un espacio ventilado y con luz natural que permitiera la integración en el entorno. O, dicho de forma más gráfica, que no se podría pretender meter el AVE en unas catacumbas, obviando que en ciudades como Madrid, Barcelona y La Coruña los trenes llegan soterrados a sus respectivas estaciones.

Esos condicionantes técnicos siguen estando aferrados en algunas de las administraciones que integran Gijón al Norte. En concreto, en el Gobierno regional, que se resiste a las modificaciones del plan especial con estación en Moreda que se redactó por mandato de tres gobiernos socialistas. La consejera de Infraestructuras del Principado, Belén Fernández, acaba de desacreditar el último proyecto ofrecido por el equipo de la ministra Ana Pastor para rediseñar el plan de vías, asegurando que éste ya fue descartado en un consejo de administración de Gijón al Norte en marzo de 2012 . Fernández aduce que los servicios técnicos de Gijón al Norte aseguraban entonces que «no podría soterrarse de ninguna manera, porque hay dos colectores de grandes dimensiones -los del río Cutis-, que marchan junto al puente de Carlos Marx y no admiten ser desviados más que algunos metros».

Es cierto que los técnicos de la sociedad gestora del plan de vías expusieron que soterrar a esa cota (-8 metros) era incompatible con los colectores de ese ámbito y que lo más sensato era no tocarlos por sus dimensiones. Pero otra cosa bien distinta es afirmar que soterrar por completo la estación que agrupa trenes y autobuses en la ciudad es técnicamente imposible. Puede ser muy complejo por la difícil geotecnia de la zona y muy costoso, pero no imposible.

De hecho, como se ha visto en las reuniones técnicas que han mantenido el secretario de Estado, Julio Gómez-Pomar, con la alcaldesa y Fernando Couto se ha visto que hay tres alternativas y ninguna de ellas exenta de problemas. Se puede construir la estación profunda para que pase por debajo de los colectores, desviar los colectores o montar una estación de bombeo para el agua.

El gobierno local se inclina por la segunda opción asumiendo todos los costes. Los dos colectores del Cutis que hoy marchan junto al puente de Carlos Marx cruzan desde A (en Sanz Crespo) a B (en la avenida de Juan Carlos I). Pues bien, lo que plantea Foro es unificarlos en uno nuevo de grandes dimensiones (7 por tres metros), que da un rodeo para ir también desde A a B pero bajo Sanz Crespo, el Museo del Ferrocarril y vuelve por Juan Carlos I hasta el otro lado (B). Un desvío de casi un kilómetro de longitud y una pequeña pendiente.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios