El campus cuenta con una parcela autorizada para el vuelo de drones

El campus de Gijón ya tiene autorización para el vuelo de drones y otras aeronaves con control remoto. Puede hacerlo en una parcela de 9.100 metros cuadrados que se ubica tras el aulario Sur y el edificio de Energía, y que linda al este y al oeste con un vivero, y al sur con el campo de golf El Tragamón. Está separada de los edificios, cerrada por arbolado y arbustos, y con escasa circulación de personas y vehículos.

La Federación Aeronáutica del Principado de Asturias y la Universidad de Oviedo, a través de la Escuela Politécnica de Ingeniería de Gijón, firmaron el pasado 5 de octubre el acuerdo por el que se concede el uso de esa parcela «como pista de aeromodelismo de uso restringido con fines docentes». Será por un periodo de dos años, prorrogable «por igual periodo y de manera indefinida».

Se trata, explica el subdirector de la Politécnica, Juanjo del Coz, de una decisión importante ya que hace un año la Universidad de Oviedo prohibió el uso de aeromodelos (aeronaves y drones) pilotadas por control remoto atendiendo a la normativa legal que planteaba la regulación de espacios. Una prohibición que parecía chocar con el desarrollo de la I Jornada de Drones que organizó la Escuela en abril del año pasado, un evento que reunió a un centenar de alumnos y que contó, además de con conferencias, con una competición entre equipos de estudiantes de ingeniería y una exhibición de vuelo, que tuvo que hacerse en un recinto cerrado.

Uso universitario

¿Cuales son los fines de uso en esa parcela? El acuerdo incluye las pruebas de vuelo de aeromodelos «construidos por los alumnos como parte de sus trabajos de fin de grado, máster o doctorado». También aquellas pruebas sobre «prototipos experimentales orientados a la docencia en diferentes campos de la ingeniería», el aprendizaje de vuelos de aeromodelos en modo FPV (control mediante cámara en visión subjetiva), y prácticas para el aprendizaje de los alumnos para el manejo de los equipos.

Asimismo la Universidad de Oviedo podrá aprobar la realización de actividades promovidas por la Federación Aeronáutica, «principalmente del calendario oficial de eventos y compatibles con las limitaciones del espacio».

Según explicó Del Coz, el acuerdo facilita que estudiantes y profesores puedan sacarse licencias individuales para pilotar estos aeromodelos de carácter trimestral o anual «a precios competitivos» -21 euros o 33 euros respectivamente-. Con ellas ya se tendrían los seguros correspondientes «en previsión de que pudiera ocurrir algún incidente». Los 'novatos' incluso estarán asistidos por expertos.

Segundas jornadas

La noticia del acuerdo llega en el momento adecuado, ya que la Escuela Politécnica de Ingeniería ha comenzado a diseñar el que será el programa de su II Jornada de Drones. Juanjo del Coz y la también subdirectora de la EPI, Inés Suárez Ramón, dedican estos días parte de su tiempo a contactar con posibles ponentes y buscar patrocinios para los equipos estudiantiles competidores. Y pueden hacerlo de todas las disciplinas porque «en un aparato de estos hay mucho de todo. De electrónica, de señal, de comunicaciones, hay de construcción y de fluidos, de muchas disciplinas», señala Del Coz.

El esquema de estas segundas jornadas tendrá similitudes al del año pasado. Habrá charlas y conferencias en horario matutino y competición en vespertino. Pero también se están valorando novedades importantes como, por ejemplo, aprovechar el evento para desarrollar el primer concurso FPV de carrera de drones de Asturias. Es solo una idea, para la que se debería contar con el visto bueno de la Universidad y con la colaboración de la Federación porque tendría que abrirse a la comunidad asturiana y española y requería unos permisos. Por eso, de momento, es una propuesta sobre una mesa.

Lo que sí hará la Federación será englobar las jornadas de la EPI dentro de otras de divulgación de la propia asociación asturiana.