Rachid, profesor por un día

Rachid Aït-Atmane es, además de prometedor centrocampista del Sporting, uno de esos parisinos de origen argelino a quienes los recientes atentados le afectan de lleno, por la cercanía de los sucesos en una zona para él muy conocida, pero además también por su condición de francoargelino. Ayer, antes de iniciar un encuentro con alumnos de francés en la Escuela de Idiomas, se refirió a la masacre consternado, y también tranquilo «porque mi familia entera, que vive en París, se encuentra bien».

Rachid colgó ayer por unas horas las botas de fútbol y se convirtió en profesor. Ofreció a estudiantes de francés pautas básicas para hablar bien su idioma haciendo hincapié, sobre todo, en «la importancia de una buena pronunciación».

Esta es una de las actividades que la Escuela Oficial de Idiomas realiza a lo largo del curso con el objetivo de promover la práctica de las lenguas que imparte con nativos. Los asistentes al encuentro con Rachid tuvieron la oportunidad de formularle preguntas y así además de hablar en francés conociero más cosas sobre el jugador como su trayectoria en el fútbol, sus gustos culinarios o cómo se ha ido adaptando a la vida en España. Aunque sin duda, con la pregunta con la que más se sinceró Rachid, fue con la relacionada sobre los atentados de París, del pasado 13 de noviembre.

Rachid se enteró de la sucedido concentrado con la selección argelina, mientras disfrutaba del partido que enfrentaba a Francia y a Alemania por la televisión. «Recibí una llamada de mi hermana y me asusté mucho, pero pronto me tranquilicé, ya que toda mi familia estaba bien». El centrocampista no comprende «cómo puede haber personas que realicen este tipo de actos y maten a ciudadanos inocentes.Lo que ha pasado en París ha sido un palo muy duro. Esas personas no se lo merecían».

Muchos de sus conocidos se encontraban en la zona del ataque terrorista aquel fatídicdo viernes. «Afortunadamente no conozco a ninguna de las víctimas». Lo que desea ahora Rachid es que la situación en París se normalice y que, de una vez por todas, el terrorismo se acabe, ya que solo sufren personas inocentes.