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Cecilio Suárez, Belarmino García y Juan Carlos Campo.
La importancia de innovar  a través de las emociones

La importancia de innovar a través de las emociones

«La única diferencia entre la compañía A y B son las personas», afirmó Belarmino García, exconsejero delegado del grupo Vocento

Alicia G. Ovies

Sábado, 28 de noviembre 2015, 00:28

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«Hay que llegar al corazón de las personas». Esa fue la frase más escuchada por los alumnos de la Escuela Politécnica de Ingeniería que ayer acudieron a la conferencia de Belarmino García. El que fue consejero delegado de Vocento les relató su participación en la creación de una nueva empresa de telecomunicaciones. Una experiencia que puede servir de ejemplo a todos los innovadores. Porque esa fue también la palabra más repetida: innovar.

En 1999, salía al mercado Amena. «La primera conclusión a la que llegamos es que no debíamos copiar lo que otros ya habían hecho», explicó García. Para ello se marcaron dos retos: tener cobertura nacional en dos años y captar a los mejores talentos del mercado. «La única diferencia entre la compañía A y B es las personas», aseguró. La importancia de la gestión de las plantillas y de la cultura interna de la empresa es uno de los valores más importantes, pues «cuando la gente siente que forma parte de algo trabaja mejor».

Esta idea se trasladó también a los clientes. «Hay que reescribir las reglas del mercado», animó. En su empresa lo hicieron a través de la publicidad. Dejaron de lado los servicios y se centraron en los valores: innovación, simplicidad o libertad. «Queríamos despertar emociones y la publicidad fue rompedora», afirmó. Estos avances les permitieron en su primer años de vida superar el millón de clientes, cuatro veces más del objetivo que se habían marcado.

«Inventar es crear algo nuevo o mejorar lo que ya existía. Innovar exige que esa creación tenga éxito en el mercado», aseguró. Eso llevará después «a la adquisición de nuevos clientes». Por eso, para García un profesional debería tener un 20% de visión y un 80% de ejecución.

Por último, animó a los estudiantes a no tener miedo y a creer en ellos mismos: «La autoconfianza es clave. La mayoría de las veces somos mucho mejores de lo que pensamos», les dijo.

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