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Mar Gómez, de Moto Student, y Carla Álvarez, de Fórmula Student, posan en la Politécnica.
Dos universitarias apasionadas por la competición

Dos universitarias apasionadas por la competición

Los equipos de Fórmula Student y Motostudent tendrán como pilotos de su monoplaza y de su moto a dos mujeres

Cristina Tuero

Sábado, 28 de noviembre 2015, 00:28

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La pasión les viene de familia y la llevan en la sangre desde que eran unas crías. Ninguna de ellas se rindió ante los estereotipos de la competición profesional que dirigen hacia el mundo masculino los mandos de un monoplaza o de una motocicleta. Son Mar Gómez (Palencia, 1984) y Carla Álvarez (Gijón, 1996). O lo que es lo mismo, las dos pilotos titulares oficiales de los equipos de la Escuela Politécnica de Ingeniería de Gijón de Motostudent y Fórmula Student, respectivamente.

Mar heredó su pasión por las motos de su padre «que ha sido motero toda la vida». Paradójicamente no estudia ingeniería. Está, en estos momentos, ocupada con el trabajo de fin de grado de Biología. Han sido unos estudios con altibajos, ya que comenzó la carrera en León en 2002 y la abandonó cinco años más tarde. Tras un año académico en Estados Unidos, y realizar una FP de Grado Superior de Química Ambiental, comenzó a trabajar hasta que decidió retomar la carrera. Y lo hizo en la Universidad de Oviedo.

Lo que nunca abandonó fue el mundo de las motos. Está federada en Asturias, es piloto amateur y ha estado a punto de competir esta temporada corriendo las 24 horas de Cataluña, «pero mi equipo no se pudo inscribir». Llegó a Motostudent de la mano del profesor Álvaro Noriega y está plenamente integrada en el equipo, al que aporta «mis sensaciones para mejorar o cambiar cosas y conseguir que la moto sea la más eficiente». Considera que «es una disciplina diferentes que permite desarrollar proyectos a los estudiantes desde una perspectiva novedosa. Me parece fantástico».

El coche, «desde cero»

Cuando tenía siete años, para Carla subir a un karting era habitual. A los nueve, incluso competía en esta modalidad, y a los 14 comenzó a correr en slalom. Cuando superó la mayoría de edad, se lanzó al Campeonato de Asturias de Montaña. Ha sido varias veces campeona o subcampeona en competiciones a nivel regional.

Actualmente cursa 2º de Ingeniería de Telecomunicación y ganó las pruebas para pilotar el monoplaza por delante de otros cinco estudiantes, todos chicos. «Esta competición es una manera de romper con lo normal y, en un deporte como el automovilismo, dar un paso adelante», asegura. Su único límite en este campo es compatibilizar estudios con su pasión por los coches, algo que le viene impuesto de casa. Pero no le cuesta trabajo porque considera que involucrarse no solo en pilotar sino también en la construcción «desde cero» del coche es también aportación a su propio desarrollo académico.

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