«Que nadie duerma en la calle»

Es ya una tradición desde hace 15 años. El Albergue Covadonga reunió ayer a todos los grupos municipales para compartir con los usuarios una cena previa a la Navidad en la que los políticos tienen oportunidad de conocer más de cerca la realidad de las personas sin hogar. En un nuevo comedor, resultado de la ampliación de sus instalaciones, compatieron menú 70 personas. Entre ellas, la alcaldesa, Carmen Moriyón, y los ediles Montserrat López y Esteban Aparicio (Foro); José María Pérez y Ramón García (PSOE); Estefanía Puente (Podemos), Aurelio Martín (IU), Mariano Marín (PP) y José Carlos Fernández Sarasola (C's).

Saborearon entremeses, sopa de pescado, cordero y tarta, y cantaron villancicos con la Polifónica Gijonesa. Previamente, habló la vicepresidenta del patronato, Begoña González, para agradecer la ayuda de todos, especialmente de los voluntarios. «Vamos a vivir 2016 con una alegría extra», dijo refiriéndose a la ampliación, que les ha permitido duplicar las plazas y llegar a las 90.

Los responsables solo están pendientes de la conexión del gas para tener calefacción. En esta etapa confían en seguir «acogiendo, acompañando, confortando». Entre los comensales se encontraba Carmina Paraja, una de las cinco hermanas Terciarias Capuchinas del albergue que lleva 30 años volcada en el día a día del servicio. «¿Mi deseo para 2016? Que tengan trabajo. Todos, pero especialmente los jóvenes». Juan Roberto Gómez, dominicano con dos hijos, y que lleva en paro cinco años tras haber estudiado y trabajado durante diez, es uno de los usuarios temporales. «Lo que yo quiero es que nadie duerma en la calle. Es muy duro. Por la inseguridad y por el frío».