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Manuela Carmena sostiene un vaso de sidra en el pabellón de Gijón de Madrid Fusion.
Manuela Carmena, en el pabellón de Gijón de Madrid Fusión

Manuela Carmena, en el pabellón de Gijón de Madrid Fusión

La alcaldesa de Madrid tuvo tiempo de acercarse a este puesto durante la inauguración de la prestigiosa feria culinaria

efe

Lunes, 25 de enero 2016, 18:15

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Ataviadas con sus hábitos y un delantal, las monjas de clausura sor Miriam de Nazaret y sor Amanda han abandonado el convento momentáneamente para perfeccionar su técnica pastelera en los talleres de la cumbre de gastronomía Madrid Fusión. Las religiosas del convento de Santa Clara, ubicado en la localidad de Belorado (Burgos), han centrado la atención de la prensa y el público que ha acudido esta mañana al auditorio del Palacio Municipal de Congresos.

En el escenario, sus hábitos oscuros contrastaban con las batas blancas de los autores de la "revolución golosa" de España (Paco Torreblanca, Martín Berasategui, Jordi Roca, Albert Adrià, Oriol Balaguer, Jordi Butrón, Christian Escribà, José María Guerola, Ángel Velasco, Fernando Sáenz y Ricardo Vélez). Once cocineros de prestigio, todos ellos hombres, a los que se han unido en el acto de apertura las jóvenes religiosas como representantes de la evolución que ha experimentado en los últimos años la pastelería de los conventos.

Junto a ellos estaban el presidente de Madrid Fusión, José Carlos Capel, y la alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, que se ha alegrado de que hubiera representación femenina. "Menos mal que tenemos a unas mujeres", les ha dicho nada más verlas la alcaldesa de Madrid, que ha tenido tiempo de visitar el pabellón de Gijón en la feria culinaria.

Sor Miriam ha bromeado al comentar que ha pasado "mucho calor" sobre el escenario, donde se ha sentido "pequeña y agradecida" al estar rodeada "de tanta gente con tanta historia y saber". "Nosotras intentamos hacer nuestro trabajo con todo cariño y dedicación, trabajar con calidad y gusto. Y esto, incluido lo que somos, nos ha valido este reconocimiento", ha comentado. Las dos monjas de clausura, muy sonrientes, se han colocado junto a la alcaldesa en la "foto de familia", en la que se ha podido apreciar con más detalle su indumentaria.

Sobre sus hábitos, se han colocado el "traje de faena" facilitado por la propia organización: un delantal negro con sus nombres bordados en rojo junto con el logotipo de Madrid Fusión. De calzado, unas sencillas sandalias, y como complemento, un rosario para tener presente su verdadera vocación. "Viven de su trabajo y sostienen a otras comunidades", ha explicado en la inauguración el presidente de Madrid Fusión.

Un trabajo centrado en la elaboración de productos de chocolate de la firma francesa Valrhona, del que producen a lo largo del año alrededor de seis toneladas en unos modernos obradores. "Nosotras no hacemos cosas tradicionales. Se puede llamar tradicional a nuestra forma de trabajar más que a los productos. Nos dedicamos a la chocolatería y eso no es muy tradicional en los conventos", cuenta sor Miriam.

En su caso, asegura que su especialidad son las trufas, de las que tienen unas gamas de siete sabores. Sor Amanda ha indicado que también preparan bastones de naranja confitada con cobertura de chocolate negro y de limón con chocolate blanco; rocas de chocolate con barquillo y cuatro chocolates distintos; y bombones surtidos. "En su momento también hicimos turrones y crujiente de frutas; ahora estamos intentando lanzar una gama de productos sin azúcar", ha añadido. Unos dulces manjares que exportan desde la localidad de Belorado, situada en pleno Camino de Santiago, hasta países como Italia y Japón.

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