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La nube de carbón del sábado, vista desde el muelle del Rendiello.
La última nube de carbón de El Musel fue «inevitable», según la Autoridad Portuaria

La última nube de carbón de El Musel fue «inevitable», según la Autoridad Portuaria

Atribuye su origen a unas condiciones «de gran excepcionalidad» y destaca que las medidas de prevención minoraron sus efectos

I. V.

Lunes, 8 de febrero 2016, 01:01

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La Autoridad Portuaria atribuyó ayer a unas condiciones meteorológicas «de gran excepcionalidad» la nube de carbón originada el sábado en El Musel. Según indicó en un comunicado, el fenómeno se limitó a cinco minutos, desde las 17.43 a las 17.48 horas, y las medidas preventivas permitieron «minorar» sus efectos. Añadió que seguirán adoptándose las acciones necesarias para evitar que se repita.

El puerto explicó que durante la mañana del sábado los cálidos vientos del sur-suroeste elevaron las temperaturas hasta los 18 grados centígrados. «A pesar de los continuos riegos, esto provocó una gran sequedad en todos los almacenamientos de mineral y en las vías interiores de comunicación». Sobre las 17.30 horas, «de improviso», los vientos rolaron al noroeste, con una importante bajada de las temperaturas, que cayeron hasta los 5 grados, y ráfagas en remolino con velocidades de más 110 kilómetros por hora que «levantaron el polvo de caminos y carreteras y arenas de las explanadas de la ampliación y de las playas de Poniente y El Arbeyal». Según la Autoridad Portuaria, fue «inevitable» que esto afectara «a las pilas de almacenamiento de mineral de El Musel y Aboño». Remarcó, no obstante, que estas nubes «desde el punto de vista técnico no tienen la consideración de peligrosas».

El arrastre de polvo, arenas y carbón no fue el único efecto del viento en El Musel. Las ráfagas fueron «tan extremas» que llegaron a desplazar una grúa, que fue frenada, y provocaron el desplome de una pila de tres contenedores vacíos de 40 pies. También se cayeron los tirantes de la catenaria del ferrocarril en la estación sur, se registraron averías en las barreras de los controles de acceso y varias vallas perimetrales fueron también derribadas.

Riegos y tensoactivos

Pese a la alarma que generan, el puerto considera que los episodios relacionados con nubes de polvo representan algo «muy excepcional» en unas instalaciones que almacenan una media de más de 1,5 millones de toneladas de mineral para abastecer a Arcelor y las térmicas de EDP, Iberdrola, Endesa y Gas Natural. Entre las medidas adoptadas para evitar estos fenómenos están los riegos, el uso de tensoactivos y nebulizadores, el apantallamiento de tolvas, el entoldado de pilas y la instalación de lavaruedas para los camiones. Además acaban de adjudicarse los trabajos de limpieza y saneamiento de la parcela posterior a la terminal de graneles, que comenzarán la próxima semana. En breve se iniciará también la urbanización del enlace de los viales de Olano y Marcelino León.

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