La ilusión de recuperar los valores de la entidad

Habrá quien diga que Antonio Corripio supone un soplo de aire fresco en el Grupo Covadonga, pero es persona de sobra conocida por su actividad gestora y empresarial en la ciudad, no en vano es miembro del Comité Ejecutivo de la Cámara de Comercio, Industria y Navegación de Gijón. Con el número de socio 21.480, aspira a dar un importante giro a la gestión del club, algo sobre lo que tiene sobrada experiencia pues profesionalmente es administrador y gerente de la empresa AC Servicios, S. L.

Como a todo profesional, el deporte le supone una válvula de escape y ya desde muy temprana edad destacó en distintas disciplinas deportivas. Fue jugador de balonmano en el colegio de la Inmaculada, pero quizás más destacada sea su incursión en el judo, donde es cinturón negro y consiguió varios campeonatos de Asturias tanto en esta disciplina como en la de lucha libre olímpica. En ambas llegó a formar parte de la selección asturiana. Dentro ya del Grupo Covadonga, durante dos temporadas fue integrante del equipo máster de natación.

Antonio Corripio decidió liderar una corriente al objeto de reconducir su gestión, impropia de su historia y valores, según su equipo considera. Los principales objetivos que se marca son terminar con la opacidad en la gestión, mejorar la situación económica y dejar atrás la conflictividad judicial que fue una constante para los grupistas durante los últimos años. En definitiva, trata de abordar un cambio profundo en la forma de gestionar el club, en la que será piedra angular la participación activa de los socios, junto con la transparencia.

Tanto Corripio como los miembros de su equipo se consideran ajenos a cualquier continuidad con la anterior junta directiva, cuya gestión generó, en su opinión, «un malestar general» entre los grupistas. Y eso es lo que trata de cambiar concurriendo a las elecciones del 20 de marzo con la ilusión de recuperar los valores del Grupo.