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El cachopo de El Lavaderu es uno de los finalistas.
20 cachopos y cachopinos de nota

20 cachopos y cachopinos de nota

Productos asturianos y una mezcla equilibrada de tradición e innovación caracterizan las propuestas más exitosas presentadas a concurso

NACHO PRIETO

Lunes, 23 de mayo 2016, 02:02

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Cuando se habla de competiciones deportivas es frecuente escuchar que hace falta ganar, porque del segundo ya nadie se acuerda. En concursos gastronómicos es común el deseo de victoria, pero varios de los finalistas del III Campeonato Regional de Cachopos y Cachopinos de Asturias organizado por EL COMERCIO y la Guía del Cachopo, con patrocinio de Ternera Asturiana, Coca Cola, Central Lechera Asturiana, Campo Viejo, Pumariega, Sidra Cortina, Carnicerías Berdasco y La Corte de Pelayo, se mostraban ayer satisfechos al encontrarse entre los destacados, convencidos de que esa clasificación es ya una promoción importante.

LOS 20 FINALISTAS

  • Cachopos

  • Bar Tienda El Lavaderu. Gijón

  • El Candasu. Gijón

  • El Crocante de Somió. Gijón

  • La Pradera. Campanal (Gozón)

  • Las Tablas del Campillín. Oviedo

  • Parrilla Restaurante Kobe. Oviedo

  • La Gran Vestusta. Oviedo

  • Las Gaviotas. Avilés

  • Sidrería Casa Cortina. Villaviciosa

  • La Buena Vida Fomento. Gijón

  • Cachopinos

  • La Cañada Real. Gijón

  • El Jamonar. Gijón

  • Café Vinatería La Picota. Gijón

  • La Bodega de Miguel. Gijón

  • Cinema Paradiso Gijón

  • Sidrería Parrilla Pichote-La Tierra Oviedo

  • La Escollera San Juan de la Arena

  • Casa Aída Villaviciosa

  • La Teya Pola de Siero

  • Casa Nemesia Avilés

«Si llegas a la final por algo será», reflexionaba ayer Juanjo Cima, propietario de Las Tablas del Campillín, de Oviedo, tras conocer que mañana martes tiene una cita en el hotel Tryp Rey Pelayo para competir con los mejores. Otro establecimiento de su propiedad, Vinoteo, elaboró en 2014 el cachopín ganador, y en la edición de 2015 fue también finalista. Este año ambos restaurantes participaron también en el concurso, con una propuesta únicamente diferenciada por el tipo de queso utilizado, Cabrales en Las Tablas del Campillín y Gamonéu en Vinoteo.

Sobre la clave para obtener un buen cachopo, Cima asegura que todo es importante, desde la materia prima al rebozo y la guarnición. Respecto a esta tercera edición del concurso, notó que «hay más nivel» y que los hosteleros «se ponen las pilas» para satisfacer a una clientela que «exige ahora más calidad y tal vez no requiera tanto gran cantidad, aunque es respetable el que quiere una sábana».

Mezclar tradición con amplias dosis de innovación y la exaltación de los productos asturianos es una característica bastante común a todos los finalistas.

Leticia Rivera, empleada del restaurante avilesino Las Gaviotas, indicó que la utilización de castañas, queso de Vidiago y boroña en el cachopo con el que dicho establecimiento llegó a la final es una muestra del deseo de poner de manifiesto la calidad de los productos asturianos. Las Gaviotas notó «muchísimo» el aumento de la demanda de cachopos en los días de concurso y Rivera entiende que este tipo de iniciativas se divulga muy bien «de boca en boca».

Salsa con oricio y berberecho

La experiencia de El Lavaderu en cuanto a captación de clientes fue también positiva. De hecho, el encargado del popular establecimiento de Cimadevilla, Roberto Campomanes, contrapuso la «mucha gente» que este año acudió a saborear su cachopo con la menor repercusión de otros certámenes gastronómicos en los que participó. El Lavaderu destaca las materias primas como base fundamental de un buen cachopo y, aunque su propuesta incluye huevos fritos y patata panadera, además de los ingredientes tradicionales, considera que si los productos son buenos «no hace falta complicarse mucho la vida» para obtener un buen resultado.

Finalista del concurso de cachopinos, Alejandro Meana, dueño de La Teya, de Pola de Siero, apostó por la merluza con relleno de marisco que recomienda acompañar con una buena sidra y «una salsa con oricio y berberecho en la que apetece mojar». Dice que es más fácil elaborar un cachopo de carne, que también presentó a concurso, pero optó por el pescado en el apartado que le llevó a la final. Los concursos, dice, «estimulan la iniciativa».

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