«Fui a comprar heroína, discutimos y me intentó atacar, solo me defendí»
El acusado del asesinato de Andrés Valdés Bermejo en Nuevo Roces reconoció el crimen, pero alegó problemas de drogadicción
OLAYA SUÁREZ
Martes, 14 de junio 2016, 02:41
«¿Lo iba a matar? No. ¿Lo maté? Sí. ¿Por qué? No lo sé». Él mismo se preguntó y él mismo se contestó. Miguel Ángel D. L. se sentó ayer en el banquillo de los acusados de la Sección Octava de la Audiencia Provincial como autor del asesinato de Andrés Valdés Bermejo en septiembre de 2014 en la vivienda social de la víctima en Nuevo Roces. Confesó el crimen. Aunque lo hizo con matices. «Había consumido heroína y pastillas tranquilizantes, no me acuerdo de todo lo que pasó. Sé que fui a su casa, discutimos, nos calentamos y él me atacó, solo me defendí», declaró el procesado ante los once miembros del jurado popular encargados de juzgarlo.
El cadáver del fallecido fue localizado dos días después del crimen. Presentaba 18 cuchilladas en el tórax y costado realizadas con una navaja de grandes dimensiones y otras diez heridas profundas en la cabeza cometidas con un machete. La fiscalía y la acusación particular mantienen que el móvil del crimen fue una deuda por una partida de heroína que el acusado debería haber vendido a cambio de entregarle 7.000 euros de beneficios al presunto traficante. «No había ninguna deuda, es verdad que hace años le debía dinero, pero luego estuve en Villabona y no me lo volvió a reclamar. Solo iba a su casa para comprarle la heroína para mi consumo», se defendió Miguel Ángel D. L. El ministerio fiscal solicita para él 22 años de prisión por el delito de asesinato, así como una indemnización para los familiares directos del fallecido (padre y tres hermanos) de 240.000 euros.
La acusación particular eleva la petición de cárcel a los 25 años, a los que se suma otros cinco más por robo con violencia. El acusado se apoderó de numerosos objetos de la vivienda de la víctima, de 150 euros y de 175 gramos de heroína. Además, intentó eliminar cualquier rastro que le implicase en el violento episodio limpiando la sangre del suelo y las salpicaduras en las paredes. Entre las pertenencias que se llevó estaba el palo de la fregona con la que limpió la casa. Fue detenido días después del crimen por los agentes de la Unidad de Delincuencia Especializada y Violenta (UDEV) que se hicieron cargo de la investigación.
«No vi que quemase nada»
Junto a él fue arrestado el otro supuesto implicado, José Luis C. C., acusado de encubrimiento y que en la vista oral se enfrenta a dos años de prisión. Ayer negó cualquier relación con los hechos y aseguró que únicamente le dio asilo en su casa de Candás a Miguel Ángel para que durmiese varias noches. «Cuando llegó vi que metía unas bolsas en el coche, pero no sabía que era, ni lo vi, creí que era la ropa que traía de Gijón para quedarse», declaró ante el jurado. Negó también haber procedido a quemar las pertenencias de casa de la víctima en compañía del considerado autor material del asesinato. «No lo recuerdo, pero no vi que quemase nada», dijo.
En la primera sesión del juicio declararon los dos procesados -el principal sospechoso se encuentra en prisión provisional y su presunto cómplice en libertad con cargos. Para hoy están citados varios testigos, entre los que se encuentra la pareja sentimental del supuesto encubridor y los vecinos que escucharon gritos en el domicilio en el que vivía la víctima, en la calle de Alicia Concepción Arenal.
Está previsto que a lo largo de la semana pasen por la sala de vistas de la Sección Octava de la Audiencia Provincial los médicos forenses y los agentes del Cuerpo Nacional de Policía. El viernes será el día en el que el jurado popular emita el veredicto sobre la culpabilidad de los dos acusados.