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Jueves, 4 de agosto 2016, 07:37
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La centenaria confitería ovetense Camilo de Blas abrió ayer sus puertas en Gijón tras varias semanas preparando su local en la calle Covadonga, frente a los Campinos de Begoña. Así, el establecimiento pondrá a disposición de los gijoneses los célebres carbayones, el pastel más representativo de la marca elaborado con almendra, yema, una base de hojaldre y bañados en azúcar. El local es el segundo que la confitería abre en la ciudad tras el establecido por la familia en 1915 en el número 30 del paseo de Begoña.
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