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El barco de la autopista del mar Gijón-Saint Nazaire, en el horizonte de la playa de San Lorenzo en una imagen de archivo.
Riva prevé captar abundante tráfico turístico de autobuses para la autopista del mar

Riva prevé captar abundante tráfico turístico de autobuses para la autopista del mar

El Ayuntamiento valora el nuevo paso dado en Bruselas y ofrece colaboración para lograr pasajeros y recuperar mercancías

NACHO PRIETO

Jueves, 1 de septiembre 2016, 01:00

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La autopista del mar entre Gijón y Saint Nazaire que durante cuatro años explotó LDLines tenía una clara orientación hacia la mercancía porque las condiciones del concurso solo permitían subvencionar ese tipo de tráfico. No obstante, la secundaria utilización por turistas produjo algún efecto positivo que el Ayuntamiento quiere recuperar y que está muy presente entre los objetivos del naviero Rafael Riva, que prevé una demanda importante de autobuses con excursionistas.

El propietario de Transportes Riva se mostró ayer satisfecho con el resultado de la reunión celebrada el pasado martes en Bruselas y manifestó a EL COMERCIO que las posibilidades de recuperar la línea se sitúan ahora cerca del 90%. Se muestra totalmente decidido a seguir adelante con el proyecto y aprecia también buena disposición en la entidad de crédito con la que confía en cerrar el préstamo que le permitirá comprar el barco en cuanto quede cerrado, a su vez, el acuerdo con sus actuales armadores.

Riva tiene muy claro qué transbordador constituye su objetivo, pero quiere que el actual nombre del buque sea el secreto mejor guardado para evitar la repetición de malas experiencias anteriores. «Por dos veces -dijo el empresario- me encontré con que el barco en el que pensaba fue vendido a los pocos días de publicarse el nombre y no quiero que vuelva a pasar».

Las características comerciales son, en todo caso, explicadas sin tapujos por el naviero, que anuncia un ro-pax (carga mercancía y pasajeros) con capacidad para unos 90 camiones o semirremolques, 60 coches y 380 pasajeros.

Se trata de un ferry que opera en aguas próximas a Corea, que ya ha pasado una primera inspección por agentes de Transportes Riva y que a mediados del recién estrenado mes de septiembre pasará una segunda revisión con vistas a acabar de concretar el precio. Riva espera que el desarrollo de su proyecto sea más rápido de lo exigido por la Comisión Europea en el calendario aprobado para conceder la subvención, que establece el comienzo del servicio a finales de 2017.

Aunque parezca que todo va muy lento, Rafael Riva asegura que no ha perdido el tiempo en el estudio de todos los pormenores: barco, mercados, flujos de mercancía, combustible, comercialización, consignataria, astilleros, y hasta estudio de alternativas sobre empresas que puedan organizar la limpieza y el aprovisionamiento de un barco que está llamado a prestar atención a 360 pasajeros durante 24 horas seguidas, que es el tiempo aproximado de la travesía.

Todo está calculado para hacer viable y rentable la línea, como, por ejemplo, la influencia de los tacógrafos a la hora determinar el hinterland, es decir, el ámbito geográfico de influencia. Porque, hasta determinada distancia, los camiones no precisan dos conductores para situarse en el entorno de París sin parar, con dos periodos rodando y uno a bordo del 'Villa de Gijón', que será, con gran probabilidad, el nombre con el que será rebautizado el barco que preste servicio en la autopista del mar.

Movimiento de viajeros

Mercancías aparte, que siguen siendo la prioridad máxima de la conexión marítima, el movimiento de pasajeros concita el interés de naviero y Ayuntamiento.

Riva detecta un interés importante de excursionistas desde que trascendió su proyecto y prevé un tráfico significativo de autobuses en viajes con fines culturales. Escolares y personas mayores pasarían así a formar parte de los clientes potenciales, pero los primeros pasos en la comercialización del servicio han permitido también detectar a grupos interesados en las posibilidades de transportar grupos de viajeros con bicicletas o motos.

Que inequívocamente se esté pensando ya en un barco capaz de acoger pasajeros («sino, no se puede hablar de autopista del mar», dice Riva), es una buena noticia para el grupo de Gobierno municipal, según reconoció ayer a este periódico el concejal responsable de Actividad Económica y Desarrollo Urbanístico, Fernando Couto. El edil de Foro sigue pensando que la línea marítima es rentable, que puede funcionar sin subvenciones crónicas, aunque pueda precisar algún apoyo en sus inicios, y que el servicio nunca debió haber sido interrumpido.

Las últimas noticias procedentes de Bruselas alegran a Couto, tanto por lo que el restablecimiento de la línea puede suponer para los intereses turísticos de Gijón como por el efecto de desarrollo del puerto, «tras una inversión próxima a los 750 millones». De hecho, entiende que «el Principado debería estar algo más pendiente del puerto».

Sobre el papel del Ayuntamiento de Gijón para favorecer la autopista del mar, Couto manifestó que puede existir una colaboración fructífera tanto en labores de promoción turística, para desarrollar el transporte de pasajeros, como a la hora de echar una mano para recuperar los tráficos perdidos desde la interrupción del servicio. En todo caso, el edil de Foro considera muy importante que el enlace no solo sirva para mover mercancía, sino también pasajeros.

Pocos apoyos

Los apoyos pueden ser importantes en el futuro, pero hasta la fecha Rafael Riva ha constatado pocos y, antes bien, se queja de que vio colocadas algunas piedras inesperadas en su camino.

Pero sin deseo de hacer hincapié en los reproches, el naviero prefiere en esta fase del proyecto destacar que solo la Autoridad Portuaria de Gijón «se volcó» en su apoyo para propiciar la reanudación de una línea que promovió en su momento un impulso relevante al tráfico de carga general y que puede volver a significar un revulsivo para la diversificación.

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