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LUCÍA RAMOS
Viernes, 9 de diciembre 2016, 01:12
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«Este año la iluminación del barrio es fina. Finísima. Vamos, tan fina que tienes que fijarte para verla». Así, con humor, reflejaba ayer Pili Suárez, residente en Viesques, el sentir de vecinos y empresarios respecto a las luces navideñas que adornan la calle Anselmo Solar. Otros eran mucho más directos. «Los arcos que pusieron son menos de los que prometieron y, encima, ruines», apuntaba la propietaria del Café Viesques, Marga Estrada. Por si el cabreo que arrastran no fuese suficiente, el pasado miércoles aparecían cortadas las conexiones eléctricas que alimentaban los adornos colocados en una decena de farolas de la calle Corín Tellado.
Este corte, que la gerente de la Unión de Comerciantes, Carmen Moreno, tildó de «boicot», es la causa de que tanto las luces de Corín Tellado como uno de los arcos de Anselmo Solar permanezcan estos días apagados, a la espera de que los técnicos puedan establecer una nueva conexión. Esto ocurrirá, indicó, «antes del domingo». El cable estaba conectado a una caja de luz adosada a la fachada de un edificio de Corín Tellado. Esto hizo que fuesen muchos los que pensaran, sorprendidos, que los adornos estaban conectados al suministro eléctrico del edificio, pero lo cierto es que la caja es propiedad de EdP, según explicó Moreno.
Por otra parte, el problema con los arcos comenzó en octubre cuando, ante la negativa de la mayoría de los empresarios de Anselmo Solar a pagar por la iluminación navideña, la Unión de Comerciantes decidió no colocar ningún ornamento en la misma. La noticia llegó a oídos de la asociación de vecinos del barrio y sus representantes decidieron intervenir. «Hablamos con los responsables de gestionar el tema de la iluminación y nos dijeron que se pondrían ocho arcos si se obtenía la financiación necesaria», explicó a EL COMERCIO el presidente vecinal, Iván Suárez. Con esta propuesta en la mano, él y sus compañeros comenzaron a visitar los negocios ubicados en dicha vía hasta conseguir el beneplácito de una docena de propietarios.
«A los pocos días nos advirtieron de que por cuestiones técnicas solo se iban a poder poner cuatro arcos. A cambio nos prometieron colocar adornos en las farolas», siguió relatando Suárez. El malestar entre vecinos y comerciantes comenzó a surgir cuando el pasado viernes comprobaron cómo se inauguraba la iluminación de la ciudad y su barrio seguía sin ella. «Hasta esta semana no empezaron a trabajar», indicó el líder vecinal, quien lamentó que tanto él como sus compañeros quedaron «en mal lugar», pues «además de ponerlos tarde, solo pusieron cuatro arcos y colocados de forma desigual: dos muy juntos y los otros dos, cada uno en una punta».
«Me siento engañada»
Esta apreciación es compartida por muchos de los 'afectados', como la propietaria de la pastelería Chokoreto, Ana Belén Fernández, quien manifestó sentirse «engañada. Estás esperando a ver qué ponen para decorar tú de forma acorde y nos plantan esto. Es vergonzoso», agregó. En Pan Musel, José Esteban Menor aseveró que ésta era la última vez que se prestaba a pagar por las luces de Navidad. «Nos sentimos maltratados respecto a otros barrios», apuntó.
En respuesta a las críticas, Moreno apuntó que los «problemas técnicos» no son otros que «la negativa de varios vecinos a que se colocasen los anclajes de los arcos en las fachadas de sus edificios» y aseveró que «en los próximos días se instalarán adornos en cuatro farolas de Anselmo Solar. Debido a cambios de última hora ajenos a la Unión de Comerciantes, hubo que retrasar su colocación».
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