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La concejala Eva Illán en las dependencias de la Antigua Pescadería, donde se encuentra el despacho correspondiente a sus competencias de Participación Ciudadana.
«En la prestación social municipal no habrá atisbo de inseguridad jurídica»

«En la prestación social municipal no habrá atisbo de inseguridad jurídica»

Concejala de Bienestar Social

IVÁN VILLAR

Domingo, 22 de enero 2017, 01:13

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Eva Illán afronta 2017 con la tarea de poner en marcha la nueva propuesta estrella del Ayuntamiento en materia de políticas sociales. En vísperas de presentar el primer borrador de la nueva «prestación social municipal», analiza los principales ejes del programa, que fue clave en la aprobación de los presupuestos.

Dice el PSOE que con la nueva prestación le están pintando un cuadro que usted solo tendrá que firmar, sin haber tocado ni un pincel.

En absoluto. Varios departamentos hemos trabajado de forma ardua en su diseño. No solo en lo que respecta a su espíritu, sino también en el proceso de gestión. Es importante que estas ayudas sean ágiles, eficientes y lleguen a quien tienen que llegar.

Se habla de La Coruña, del País Vasco... ¿A qué se parecerá la renta social de Gijón?

Se va a parecer a la renta social de Gijón. Pero es cierto que tener experiencias que sirvan de espejo te facilita bastante la labor, porque puedes apoyarte en aquello que ha funcionado y aprender de los errores que han cometido otros. Las experiencias del País Vasco y La Coruña no son parejas. La primera fija un mínimo vital digno, que es un término que también acuñaremos en Gijón, para el que tiene en cuenta las rentas bajas del trabajo. Pero les da un tratamiento diferenciado, aplicando lo que denominan 'estímulos al empleo', de forma que una persona con los mismos ingresos percibirá más ayudas si está trabajando que sin trabajar. Es un buen modelo a seguir desde los ayuntamientos e, incluso, desde el Principado. En cuanto a La Coruña, su experiencia era bienintencionada pero pusieron unos requisitos tan férreos que la partida que habían creado quedó sin ejecutar.

Este lunes presentarán a los grupos un borrador de las bases. ¿Hasta qué punto es revisable?

Estamos abiertos a todo tipo de sugerencias que sirvan para enriquecer el programa. Las limitaciones son las presupuestarias, porque queremos ser capaces de afrontar todos los compromisos que suscribamos con los ciudadanos. Además las modificaciones que planteen deben ser fácilmente asumibles desde el punto de vista de la gestión. Servicios Sociales tiene ya una gran carga de trabajo y lo que no podemos hacer es establecer un sistema que la colapse o comprometa otras ayudas que ya están en marcha.

¿Por qué han decidido traspasar parte de la gestión a la Agencia Local de Empleo?

Creemos que el hecho de tener una carencia de ingresos, que es un problema puramente económico, no es óbice para que forzosamente tengas que acudir a los Servicios Sociales. De todos modos, la agencia de empleo no irá por un lado y la fundación municipal por otro. Estamos trabajando en equipo en el diseño del programa y seguiremos haciéndolo en su ejecución.

¿Cuál será el papel de las entidades del tercer sector en el diseño de la nueva ayuda?

No van a ser ajenas al proceso. En cuanto hablemos con los grupos políticos y el borrador esté un poco más definido, se abrirá a las entidades representadas en la Red de Inclusión Activa para que hagan sus aportaciones. Pero hay que tener en cuenta que no nos sobra mucho tiempo. Aunque se ha hecho ya mucho trabajo, aún debemos diseñar las herramientas informáticas de gestión, articular todo el personal que va a llevar esas ayudas... Si queremos que todo esté en marzo, tenemos un mes y poco para trabajar sin prisa pero sin pausa.

¿Mantienen entonces marzo como fecha de aprobación?

No me atrevería a concretar un día pero sí es el escenario que barajamos. La idea es que la gente pueda solicitarla en el transcurso de todo el año, para poder atender con ella situaciones sobrevenidas y, desde el punto de vista de la gestión, para que no se produzca un colapso administrativo.

¿Cuándo podrá cobrarse?

La intención es que la gestión sea lo más ágil y sencilla posible. En un escenario ideal, donde la gente venga desde el principio con todo y no tengamos que hacer continuos requerimientos de datos, podríamos hablar de dos o tres semanas.

Mínimo vital digno

¿Cuáles son las claves del borrador que presentarán este lunes?

Hemos estimado un mínimo vital digno en función del número de miembros de cada unidad de convivencia. Será de 532,21 euros para personas solas e irá aumentando hasta los 1.064,42 euros cuando sean cinco o más. Después habría que diferenciar tres tipos de situaciones. Por un lado, las personas que perciben el salario social o pensiones y prestaciones no contributivas. Ahí la única opción que nos queda es responder al esquema de las ayudas de emergencia, es decir, aportaciones finalistas para cuestiones muy específicas y puntuales. Pueden ser por conceptos muy diversos y a través de ellas llegaríamos al mínimo vital de cada familia. Después estarían las personas con ingresos bajos, procedentes por ejemplo del trabajo. En su caso no tendríamos las limitaciones legales que sí nos encontramos con los perceptores del salario social. De la cantidad establecida como mínimo vital digno se restarían los ingresos que tengan y el Ayuntamiento abonaría la diferencia mediante pagos mensuales. Y finalmente estaría la gente que carece de cualquier ingreso. Con ellos el esquema de funcionamiento sería el mismo de las tradicionales ayudas a familias, aunque con unas condiciones muy mejoradas.

Habla de gente sin ingreso alguno. ¿No tendrían derecho al salario social autonómico?

Cualquiera de nuestras ayudas estará condicionada a un requisito ineludible, que es que si alguien tiene derecho a una prestación de otra administración estará obligado a solicitarla. Si no, podría ser objeto de revocación. No obstante, hay casos excepcionales en los que no se puede acceder al salario social. Por ejemplo, el Principado pide un mínimo de empadronamiento de dos años. Para las ayudas de emergencia de Gijón aplicamos el criterio de un año.

¿Y será el mismo requisito para la renta social?

Cuestiones tan concretas las dejamos abiertas a la negociación que iniciaremos con los grupos.

Las ayudas finalistas que anuncian para perceptores del salario social, ¿no son las que ya existen?

Entrarán conceptos que hasta ahora no se sufragaban, como el pago de una derrama, unas lentes, elementos ortopédicos... Se les intentará dar una vocación más universal, intentando prever todas las situaciones puntuales de necesidad que se pueden presentar y que no estén cubiertas por otras administraciones.

Y si un perceptor del salario social no necesita ni gafas, ni lentes, ni ayuda al alquiler... ¿Recibirá alguna ayuda del Ayuntamiento?

Si se la diéramos solo por darla, estaríamos quebrantando el espíritu finalista de este tipo de ayudas. Pero las habrá por muchos conceptos y razones. Digamos que será casi imposible que ningún gijonés sea susceptible o no pueda necesitar alguna de ellas.

¿El reto será alcanzar siempre ese mínimo establecido para cada tamaño de hogar?

Sí. Mediante un conjunto heterogéneo de medidas, a veces aisladamente y otras complementando prestaciones, el objetivo es ese.

¿Han estudiado bien el efecto que puede tener el nuevo programa sobre el IRPF, para evitar que no se repitan situaciones como las de los barrios degradados?

Hemos hecho consultas previas y los servicios jurídicos ya han analizado todas esas cuestiones. Para mayor seguridad, en cuanto todo esté diseñado nos entrevistaremos con la consejera de Servicios y Derechos Sociales y presentaremos también el proyecto a la Seguridad Social y a Hacienda. No queremos dejar ningún margen de duda ni ningún atisbo de inseguridad a los posibles solicitantes.

¿Cuánta gente estiman que pueda ser perceptora de ayudas?

Estimamos que hay 21.500 unidades familiares susceptibles de beneficiarse de estas líneas.

¿Noexiste el riesgo de que alguien se acomode y renuncie a la búsqueda de otras vías de ingresos?

Es un riesgo a tener en cuenta, pero creemos que la mayor parte de nuestros vecinos prefieren tener rentas provenientes del trabajo que vivir de la percepción de ayudas públicas, porque es más gratificante desde el punto de vista personal.

¿Qué le parece la propuesta de la Unión de Comerciantes para que las ayudas otorgadas reviertan directamente en el comercio local?

No me parece mal y comparto su filosofía en el sentido de que es beneficioso para la ciudad. Pero debemos ver si es factible. La estudiaremos para ver si encaja jurídicamente y en una gestión dinámica de las ayudas.

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