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La Unión de Comerciantes se opone a la «organización de rastros» en los barrios

Critica que la propuesta de la Cooperativa Romaní para La Calzada, Pumarín y Laviada «no aporta ningún atractivo y genera competencia no deseada»

M. MORO

Jueves, 16 de febrero 2017, 02:34

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«¿Por qué los llaman mercadillo tradicional cuando en realidad quieren decir rastro?». La gerente de la Unión de Comerciantes del Principado, Carmen Moreno, expresó ayer la más rotunda oposición de la asociación de minoristas a la propuesta de la Cooperativa Romaní para organizar mercadillos semanales en La Calzada, Laviada y Pumarín, al amparo de la instrucción reguladora de la venta ambulante de la ciudad. Moreno explicó que con ésta es la tercera vez en casi treinta años que su presidente, Fernando Hernández Gabarri, intenta sacar adelante este mismo proyecto. «Las anteriores ocasiones fueron a finales del pasado siglo XX y en torno a 2007 ó 2008. Como sucede ahora sus pretensiones siempre chocaron con las de nuestro sector y se vivió algún momento tenso», indicó la gerente de los comerciantes, que ayer emitió una circular que se repartió por los comercios de La Calzada, tanto socios como no socios, con los motivos del tajante rechazo.

Para la Unión de Comerciantes la propuesta de la Cooperativa Romaní incumple la instrucción reguladora de la venta ambulante aprobada que establece unos criterios de espacio, tiempo y contenido para la autorización de mercadillos. Especialmente no se cumpliría, esgrime la entidad, «el porcentaje de empresas participantes (40% de diseñadores y creadores del producto y 15% comerciantes de la ciudad) y tampoco cumpliría el criterio de duración máxima una semana ya que se propone para periodos de meses».

Además, los minoristas remarcan que la creación de nuevos rastros en la ciudad haría necesaria la modificación de la ordenanza municipal reguladora de esta venta, mediante nuevo acuerdo del Pleno municipal, que en caso de proponerse tendrá nuestro más rotundo rechazo.

«La oferta comercial de la ciudad, en todas sus zonas y barrios es lo suficientemente amplia en cantidad y calidad como para satisfacer las necesidades de la clientela y un proyecto de estas características no aporta ningún atractivo añadido ni para vecinos y vecinas ni para visitantes», indicó la Unión de Comerciantes. «Muy al contrario introduce un elemento de competencia no deseada para las empresas de comercio que diariamente aportan a nuestras calles vida y actividad comercial y tienen que afrontar sus gastos empresariales tanto si las fechas de venta son buenas o malas», apostilla.

Por último, los minoristas avanzan que como este proyecto será planteado en la comisión de mercados, creada al efecto por el Ayuntamiento y en la que participan como entidad en defensa del comercio local , «manifestaremos esta posición de forma contundente».

Para el director general de Empleo, Mercados y Consumo, Pelayo Barcia, la presentación de la propuesta de la Cooperativa Romaní y de otras asociaciones no supone ningún problema. «Cuantas más solicitudes, mejor calidad en los mercadillos», opina.

Los vecinos de La Calzada y Laviada no ven con malos ojos que los mercadillos se celebren como experiencia piloto, aunque los primeros creen que pueden haber problemas de tráfico con los emplazamientos propuestos en la avenida de las Industrias y en Domingo Juliana.

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