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Jerónimo Granda canta sus coplas desde el balcón del Ayuntamiento.
«¡Ni la contaminación puede col Antroxu, ye pistonudo!»

«¡Ni la contaminación puede col Antroxu, ye pistonudo!»

Jerónimo Granda aportó sus satíricas coplas en las que repasó la actualidad de Gijón y Asturias: «El metrotrén estaría mejor como piscifactoría»

ÓSCAR PANDIELLO

Sábado, 25 de febrero 2017, 02:00

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Como este año el Antroxu va de parejas -las sardinas Paca y Tola dan buena cuenta de ello-, el pregón de las fiestas no podía darlo una sola persona. De hecho, en este 2017, ni siquiera fueron seres humanos los encargados de dar comienzo a la fiesta más colorida del año. Así, la compañía teatral Higiénico Papel dio vida a dos polillas de la patata recién casadas que eligieron Gijón para asentarse por su intensa folixa. «Aquí celébrase el Antroxu aunque caigan chuzos de punta. Y si llueve, meyor, a ver si el agua lleva toda esa mierdona de contaminación que tan echándonos. ¡Pero ni ella puede col Antroxu, ye pistonudo!», exclamaron entusiasmadas ante los vecinos de la ciudad.

De esta forma, los recién casados hilaron una tertulia en la que no quedó títere con cabeza. De su mala uva no se libró nadie: desde la alcaldesa hasta la infanta, pasando por Ferran Adrià o el Festival de Cine. «Vaya bien os lo montáis equí en Xixón. Nos quedamos porque cómese de cine. Bueno, de cine mejor no, que el festival ta descabezáu. Que si patatín, que si patatán y el festival sin director», añadieron sarcásticas las polillas en su recorrido por la actualidad.

También hubo palabras de agradecimiento para las charangas, que poblaron las primeras filas de espectadores atronando en cada pausa con sus bombos y silbatos. Las once que participarán en el certamen de este año llegaron a la plaza Mayor en un animado pasacalles venido desde Begoña. «Esti añu, les charangues de Xixón cumplen 30 años dale que te pego dando la murga. En 2017, como no puede ser de otra forma, van a montarla muy gorda», afirmaron los pregoneros.

De pregonero a telonero

De la afilada lengua de las polillas no se escapó el caso Noos, la Casa Real ni la corrupción. «Esto es el despiporre, gijoneses. ¡Infanta de naranja y de limón para todos, que paga la Casa Real! Cuando ella tire para Suiza nosotros, en cuanto pase el Antroxu, marchamos de luna de miel a Santander, a por la cosecha de patates de los cantabrones», exclamaron. En esta misma línea cantó, minutos antes del pregón, Jerónimo Granda. «Antes era el pregonero y ahora soy su telonero», afirmó ante las risas del público.

Su repertorio estuvo compuesto por ácidas coplas que sacaron los colores a más de uno. «El Tini Areces y el Cascos nos colaron el metrotrén. Hay continuos retrasos porque no hay vías ni andén. Estaría mejor empleado como piscifactoría: pixines, carpes y angulas. Del túnel, directamente a la rula», cantó el músico ante las carcajadas del público. De sus versos salieron burlas a la «derecha corrupta e izquierda trasnochada» y para el famoso muro de Trump. Según recomendó a los mexicanos, mejor no hacer mala cara a la construcción «ya que así la fiera se queda fuera».

Al concluir la actuación de Granda y el pregón, las charangas se colgaron de nuevo los bombos y la percusión volvió a atronar en toda la plaza. Todavía quedaba una última tradición para cerrar la ceremonia. Así, las formaciones comenzaron a rodear la estatua de don Pelayo, que veía como poco a poco dos operarios se acercaban en grúa para vestirle acorde a los festejos. El monarca repitió atuendo galáctico -después de que en 2014 se engalanara como Darth Vader- y, en esta ocasión, se convirtió en la Princesa Leia. «Ahora solo queda pasarlo bien, quererse mucho, darse bien de besos y abrazos, que son gratis y a comer patatines. ¡Y a regarlo todo con sidra abondo!» sintetizaron las polillas al final del pregón. El humor y el colorido ya han tomado la ciudad.

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