Secciones
Servicios
Destacamos
LAURA FONSECA
Miércoles, 1 de marzo 2017, 07:15
Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.
Compartir
Prótesis de pene a 12.000 euros. Es la tarifa que la sanidad pública asturiana establece para la realización de un tipo de cirugía de la que se suele hablar muy poco y que va destinada a pacientes que sufren impotencia y que no han encontrado solución en otros tratamientos farmacológicos como son la Viagra o las inyecciones intracavernosas de alprostadilo. Llama la atención su coste, ya que es una de las intervenciones más caras del catálogo quirúrgico, situándose por encima de un recambio de cadera o de rodilla, cuyo precio ronda los 8.400 euros.
La prestación, que cuesta exactamente 12.033,88 euros, figura en el listado de procedimientos que el Servicio de Salud del Principado (Sespa) tiene conveniados con los hospitales concertados para 2017. Jove comenzará a realizarlo próximamente. El elevado precio se debe, según explica el responsable de Urología del Hospital de Jove, el doctor Andrés Santiago, al tipo de prótesis. Se trata de un preciso dispositivo hidráulico, con dos cilindros fabricados con elastómeros de silicona sólida y un reservorio que se instala en el abdomen, detrás del pubis. Hay otro componente añadido: una bomba que se pone en la bolsa escrotal. Es precisamente esta bomba o perilla la que debe accionar el paciente para lograr la erección. La prótesis se implanta dentro del pene del paciente, en los cuerpos cavernosos del órgano. Los dos cilindros se conectan, a su vez, a la bomba y al reservorio (ver gráfico).
Según explica Santiago, los implantes de prótesis de pene «son algo muy conocido en el campo de la urología». Sin embargo, no era una cirugía que ofertara el Hospital de Jove, una situación que cambiará en breve. «En abril pondremos las dos primeras», anunció. Con todo, asegura que no serán muchos los implantes peneanos que lleven a cabo. «No serán más de cinco ó seis al año», calculó.
No todos los pacientes con impotencia son candidatos para una cirugía de este tipo. El implante, al menos los casos que financia la sanidad pública, suele utilizarse para pacientes jóvenes cuya impotencia es producto de algún tipo de patología asociada, como puede ser la diabetes o haber superado un cáncer. Pero antes de que el cirujano ofrezca al afectado la opción del quirófano para instalarle una bomba hidráulica dentro de su miembro viril, habrá tenido que probar otras opciones. «Son pacientes que han fracasado a otros tratamientos». No les han valido los fármacos como la Viagra, ni las prostaglandinas, que son unas inyecciones que se aplican en el pene y con las que se logra una erección «de una hora». Tampoco les ha resultado efectivo el uso del gel, que se aplica en la uretra masculina para estimular la erección.
Las prótesis peneanas como las que pondrá Jove «quedan totalmente ocultas en el interior del organismo». La puede manipular el afectado o bien su pareja (inflando manualmente la bomba que está dentro del escroto) antes de mantener relaciones sexuales para que el pene adquiera la firmeza suficiente. Se suele adaptar al tamaño del órgano natural. También es necesario manipularla después para que el implante vuelva al estado flácido.
Incontinencia urinaria
Urología de Jove está incorporando técnicas y procesos que hasta ahora no eran habituales. La llegada en mayo pasado del especialista Andrés Santiago, procedente del complejo hospitalario de Navarra, que junto a las doctora Herrero y Garcia-Sastre, veteranas del servicio, y la incorporación de los exMIR del HUCA y del San Agustín, los doctores Pellejero y Díaz-Faes respectivamente, ha servido para dar un revulsivo al servicio. Santiago está especialmente satisfecho de las intervenciones quirúrgicas en mujeres que sufren incontinencia urinaria. «Hemos operado a 84 pacientes, a las que les hemos instalado una malla uretral para paliar su problema de incontinencia», detalló.
Otro procedimiento que también están llevando a cabo es el uso de bótox en personas con vejigas hiperactivas. «Es un tratamiento muy efectivo, aunque hay que repetirlo periódicamente, debido a su efecto temporal (6-15 meses)». De momento, se han beneficiado seis pacientes.
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
El cántabro que inventó la Vuelta
El Diario Montañés
Publicidad
Publicidad
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.