Las obras de la nueva iglesia de Santa Olaya arrancarán antes del verano

El Arzobispo de Oviedo afrontará en los próximos meses el inicio de la obras para la construcción de la iglesia de Santa Olaya, un templo largamente demandado por los feligreses de la zona oeste. Fuentes de la Iglesia asturiana confirmaron a EL COMERCIO la existencia de una partida específica en el presupuesto diocesano de 2017 para tal fin. Los donativos de los fieles también serán una parte fundamental para erigir el nuevo complejo parroquial, que se caracterizará por su sobriedad y constará de dos naves. Una para albergar el propio templo y otra para salas y despachos parroquiales. El nuevo edificio religioso contará con una torre coronada con una cruz.

Los trámites urbanísticos y administrativos para el arranque de los trabajos están muy avanzados, según confirmó ayer el párroco Fernando Díaz. Tanto, que la primera piedra podría colocarse incluso antes del verano. De hecho, el económo diocesano ya estaría en la fase de invitar a empresas a presentar ofertas para adjudicar las obras. La licencia municipal concedida en su día al Arzobispado, al parecer, está activa.

El nuevo complejo parroquial se levantará en un solar fruto de una permuta que la diócesis asturiana realizó hace una década. Una parcela verde urbanizada de 625 metros cuadrados entre la calle de Luis Braille y el Camino de Lucero junto al parque Rafaela Lozana. El templo tendrá como vecinos al Club de Natación Santa Olaya y la sede de la Asociación de Autistas Niños del Silencio (Adansi).

El proyecto constructivo será el que diseñó ya hace una década el desaparecido arquitecto gijonés José María Cabezudo, autor también de la iglesia del Buen Pastor en Ceares. La dirección de las obras las llevará su hijo José María y en cierto modo la construcción de la iglesia será un homenaje póstumo al arquitecto fallecido en febrero de 2015.

La parroquia de Santa Olaya nació hace 24 años en las dependencias de San Esteban del Mar. Extiende sus límites geográficos entre la calle Zaragoza y Cuatro Caminos en un sentido, y la avenida de Juan Carlos I y la Casa del Mar en el otro. Abarca a 4.300 familias y unos 10.000 habitantes.

A falta de templo, viene celebrando sus tareas parroquiales en un bajo de la calle Ceriñola. Para las grandes celebraciones recurren a San Esteban del Mar, en El Natahoyo, y para conmemorar a su patrona, Santa Eulalia de Mérida (el 9 de diciembre), el gimnasio del colegio público Santa Olaya.

Encargo de una talla

Fernando Díaz ha recogido el testigo de Santiago de la Fuente, Antonio Nistal y Pedro Jiménez, los tres párrocos que le antecedieron y que lucharon denodadamente para que este proyecto parroquial, muchas veces aplazado, se hiciera realidad. El sacerdote ovetense de 61 años celebrará en junio su primer año al frente de Santa Olaya. «Lo que se me viene encima es estresante», avanza. En cualquier caso, asegura que la patrona, que actualmente se honra en el local de Ceriñola con un cuadro, tendrá una talla escultórica a la altura de unas instalaciones que calcula tardarán en inaugurase año y medio una vez arranquen las obras.

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