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La Policía acude al Patronato San José para desalojar a uno de los menores expulsados

Los tres alumnos contaban con un expediente disciplinario abierto desde enero por la consejería, según se afirma desde el colegio

Ó. P.

Sábado, 25 de marzo 2017, 04:22

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Agentes de la Policía tuvieron que intervenir durante la mañana de ayer en el Patronato San José para desalojar a uno de los tres jóvenes que fueron expulsados del centro por falsificar sus notas durante el curso pasado. La situación de los menores, según se informa desde el centro, era irregular desde enero a raíz de una resolución emitida desde la consejería de Educación. En ella, el Principado confirmaba el traslado de centro de los tres alumnos por la apertura de un expediente disciplinario. Así, ante la negativa de uno de ellos para abandonar el colegio durante las clases de la mañana, el centro llamó a los agentes ya que «si no éramos nosotros mismos los que estábamos incurriendo en una ilegalidad. La matrícula de los chicos ya no es efectiva aquí», explican. Asumen, por tanto, que los jóvenes comenzarán cuanto antes a trabajar en su nuevo centro de estudios acatando la decisión del Principado.

Versión de la familia

Desde el entorno de los chicos expulsados, asimismo, se han puesto en contacto con EL COMERCIO para dar su versión de los hechos. Según afirma Ismael V., esta decisión fue tomada de manera irregular en base a desavenencias pasadas con los alumnos. «Les abrieron la puerta en las narices el pasado martes y, sin ningún tipo de notificación a sus tutores legales, les dijeron que se tenían que marchar», explica. El malestar con los alumnos, dice, se remonta a «una trastada» que hicieron en junio del pasado curso. «Los implicados en esto fueron siete chavales, pero desde aquélla se centraron solo en los tres que acabarían expulsando», añade el familiar. Después de llamarlos por megafonía, los aludidos bajaron al hall con lo puesto y les dijeron que no podían volver, «dejando atrás algunas pertenencias en el pupitre que no pudieron recoger».

Asimismo, el familiar afectado también hace hincapié en el retraso curricular que supondrá la expulsión. «Nos dicen desde el colegio, por si fuera poco, que el segundo trimestre no se lo van a contar porque hace meses que ya deberían estar matriculados en otro centro. No nos lo podemos explicar», asevera. El familiar, por tanto, pide que se reconsidere la decisión tomada con los alumnos de cara a readmitirlos en sus clases habituales. «No se pueden permitir empezar ahora de cero en un sitio donde nadie les conoce», concluye.

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