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Varias familias, esperando durante el registro de la Policía.
«Pago 300 euros al mes; tengo hijos, nietos y lo que necesito es una casa»

«Pago 300 euros al mes; tengo hijos, nietos y lo que necesito es una casa»

Los vecinos afectados por el incendio de la calle Caveda no podrán entrar al bloque hasta que la Policía Científica lo revise esta mañana

ÓSCAR PANDIELLO

Lunes, 27 de marzo 2017, 01:46

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«Pago 300 euros al mes por mi piso. Tengo hijos, nietos y lo que necesito ahora es una casa para ellos». Era el lamento de uno de los inquilinos del edificio de la calle Caveda incendiado anteayer. El que dejó a varias familias en la calle y a una persona afectada por quemaduras de primer y segundo grado en las manos sigue ingresada en el HUCA. Otros seis fueron atendidos por inhalación de humos.

Visiblemente afectados por lo sucedido durante las horas previas, las familias de inmigrantes desalojadas por el fuego se agolparon durante la mañana de ayer frente al bloque para rescatar algunas de sus pertenencias más importantes. Allí, un agente de la Policía Local y un integrante del cuerpo de Bomberos accedieron al lugar de los hechos para comprobar el estado del inmueble. Tras la actuación, sin embargo, explicaron a los presentes que acceder será imposible hasta que «agentes de la Policía Científica realicen una inspección ocular» durante la mañana de hoy. A lo largo de la inspección de ayer la Policía Local, los vecinos trataron de convencer a los agentes de la necesidad de recuperar algo de dinero en efectivo, comida y ropa para los más pequeños, llaves de vehículos o documentos de identidad. «Queremos subir a por los papeles. Sin ellos parece que no eres persona», pedía otro de los vecinos, más joven, que no quiere revelar su nombre. Según relató, el fuego sorprendió a su familia en mitad del sueño. Pasaban las cinco de la mañana y unos gritos sorprendieron a su mujer, que se levantó rápidamente para ver de qué se trataba. «Creíamos que era una pelea en la calle, pero al abrir la puerta de casa nos entró todo el humo dentro», relata. Rápidamente y con lo puesto, estos vecinos del primer piso decidieron bajar por una ventana que comunicaba con un patio interior. La caída, según estiman, fue de cuatro metros. «Saltó primero mi mujer, que se hizo daño en la cabeza. Después intentamos que mi hija cayera en sus brazos y detrás fui yo. Aunque se notase la caída y nos hiciésemos daño, vale más un brazo roto que morir por el incendio», concluyó.

Esta familia pasó la noche del sábado alojada en casa de unos familiares, que pudieron habilitar un espacio para ellos. Otros, sin embargo, tuvieron que trasladarse al Albergue Covadonga para alojarse hasta que se determine el origen del fuego y sus consecuencias para la estructura del bloque. «El Albergue no está bien para los niños. Necesitamos subir a por la leche materna y que nos dejen entrar otra vez cuanto antes: ahí tenemos nuestro techo», aseveró uno de los vecinos que pasó la noche en el albergue.

Quejas vecinales

La asociación de vecinos Jovellanos, de la zona centro, quiso trasladar la preocupación que, a lo largo de los últimos años, sobre las condiciones del edificio les han trasladado ciudadanos. «Nos llamaban a menudo por la cantidad de cosas que meten en esa casa», explica la asociación. La notificación del incendio la recibieron a través de un vecino que, en anteriores ocasiones, ya había denunciado el peligro que supondría esta acumulación de bienes en caso de incendio. «Se suma el peligro de que hay una gasolinera a escasos metros de la zona», apuntan.

Así, desde la asociación se procederá a remitir un escrito al concejal de Seguridad Ciudadana Esteban Aparicio para que se conozcan las «condiciones reales dentro del bloque» antes de que se repita otra desgracia. «Menos mal que nadie resultó herido de gravedad, pero hay que investigar», concluyen.

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